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domingo, 11 de julio de 2010

HASTA LUEGO AMIGOS

Ante todo gracias a quienes me hicieron el honor de abrir esta página para leer mis entradas. Ya fuese para comentar a favor o en contra de las ideas aquí plasmadas, la participación de ustedes y sólo eso, daba sentido a este ejercicio.

Hoy, por razones ajenas a mi voluntad, debo suprimir mi expresión y mantenerme en silencio. La vida me ha enseñado que las luchas no sólo se ganan con ímpetu y voluntad, a veces deben prevalecer la inteligencia, la prudencia, el sacrificio y la templanza en pro del éxito final.

No seguiré escribiendo, pero les prometo que continuaré pensando.

QUE ESTÉN BIEN!!

lunes, 14 de junio de 2010

SI CALLAMOS SEREMOS CÓMPLICES

La ley 30, conocida como golazo, camarón, chorizo o langosta, tendrá graves consecuencias para nuestro país. Pero no sólo por las aberraciones de fondo que su contenido implica, sino por el desprecio hacia la inteligencia del pueblo panameño que demuestra todo el accionar del gobierno nacional en torno a su aprobación y posterior sanción por parte del Presidente de la República.


Se esfumó el último vestigio de esperanza de que el gobierno tomase en cuenta las quejas por su falta de atención a la institucionalidad y su carencia de respeto a las normas fundamentales de convivencia democrática. Está claro que estas falencias son intencionales y que por lo tanto estarán presentes en las actuaciones futuras del gobierno. Ellos consideran que hacerlo así es lo correcto. Cualquier ley o principio que se oponga a sus designios será ignorada, violentada o cambiada sin consulta ni consideración alguna, es decir, el método es totalitario.


Independientemente de que la ley 30 no lo diga así de manera expresa, el efecto práctico de sus diversas normas es que se ha eliminado el derecho a huelga, se han suprimido los sindicatos, así como tirado a la basura importantes normas que protegen nuestro débil medio ambiente y se han desaparecido los controles que hacían que nuestros policías actuasen de manera diferente a los delincuentes, entre otras cosas. No obstante, nada de esto es más peligroso que el hecho de que esta ley demuestra que el gobierno nos considera a todos unos imbéciles y que por lo tanto pueden hacer lo que les venga en gana, sin que ello tenga consecuencias.


Pruebas de esto hay muchas. Todo empezó cuando el Ministro Mulino fue a la Asamblea Nacional y presentó una ley que trataba 9 materias, todas ellas altamente sensitivas, pero cuyo título original sólo hacía referencia a una de esas materias. Peor aun fue que el citado Ministro no hiciese ni una mínima alusión a las otros ocho temas cuando hizo su explicación verbal al pleno legislativo. Asumo que este funcionario pensó que todos (diputados, periodistas y sociedad en general) seríamos lo suficientemente estúpidos como para no leer el texto del proyecto. Luego los diputados se burlaron de los afectados por las modificaciones que propuso el Ejecutivo, al ponerlos a hablar sin ser escuchados para posteriormente cerrarles la puerta en la cara y no dejarlos entrar. De allí pasaron a la ofensiva los Ministros y el Presidente, tratando de hacernos creer que esta es una "ley buena" y que realmente nos están haciendo un enorme favor, aunque nosotros, ignorantes mortales, no lo podamos entender.

La cereza en el sunday la puso el propio Presidente de la República, cuando invitó a los ambientalistas a una reunión para conocer sus opiniones sobre la ley y procedió a sancionarla horas antes de que la reunión ocurriese.

Tantos desprecios y burlas han producido una serie de alianzas peligrosas, que además eran impensables hace un mes. Ahora, ese movimiento "popular" llamado Frenadeso que tenía imagen de violento e intransigente ha pasado a ser víctima y además a tener como compañeros de lucha a personas con un alto nivel de credibilidad, como lo son muchos de los líderes de diversas organizaciones de la sociedad civil.

El gobierno, lejos de debilitar a los sindicatos o, como ellos dicen, a la izquierda, la está fortaleciendo. Pareciera que no se han dado cuenta de que los señores del Suntracss son realmente políticos y no sindicalistas.

Gracias a las acciones del gobierno, hoy, estos políticos disfrazados de sindicalistas están que brincan en un pie, celebrando las oportunidades que les está abriendo tan fácilmente quien paradójicamente ha jurado destruirlos.

Lo terrible es que los efectos de las condiciones políticas y sociales que se están creando no los va a sufrir sólo el gobierno, sino todo el país. Ya antes e inclusive en nuestra historia reciente, hemos tenido un Panamá polarizado y en conflicto permanente y todos sabemos eso cómo terminó. Alguien quiere repetirlo?, confío en que sólo sea ese grupo de políticos cuyo método les indica provocar inestabilidad para luego "pescar en río revuelto".

Espero que la última marcha en contra de la ley 30 haya llamado la atención del gobierno y que entiendan que no nos pueden engañar a todos, todo el tiempo, es decir, NO SOMOS IMBÉCILES. El pueblo va registrando lo que ocurre, aunque no pase la factura de manera inmediata. Todas las cuentas se acumulan hasta que llega la gota que derrama el vaso y entonces tratan de capitalizar del descontento popular los enemigos de la democracia.

Como ciudadanos tenemos la obligación de comunicar al gobierno, de manera pacífica y respetuosa que no somos autómatas, que sí pensamos y que no estamos de acuerdo con sus actuaciones. De eso depende que ellos sientan la presión de hacer las cosas de forma diferente, en beneficio de las grandes mayorías.

A quienes amamos la democracia nos corresponde hacernos sentir para evitar que políticas de gobierno equivocadas abran la puerta a los que sueñan con el poder absoluto para ensayar modelos ya fracasados en todo el mundo.

QUE ESTÉN BIEN!!

lunes, 7 de junio de 2010

LA OLA ANTI POLÍTICOS TIENE CONSECUENCIAS

Es lamentable que algunos de los que han ejercido la política en nuestro país hayan hecho tan mal trabajo que hoy se considera un pecado original ser político. El electorado reacciona positivamente ante quien dice no ser político e inclusive considera que ello es una virtud.


La paciencia llegó al límite y ahora se confunde a todos los políticos con los malos políticos. Esto es injusto, pero sobre todo perjudicial, pues se excluye del ejercicio gubernamental al "buen político" (aunque no lo crean, sí existen!), una persona con la capacidad de ejercer la política como la ciencia social que es, de manera transparente, honesta y equilibrada, manteniendo un balance correcto entre lo social, lo político y lo económico.


Esta realidad, que no es exclusiva de Panamá, produce gobiernos ejercidos por personas muy hábiles para producir riquezas, pero que no dan la importancia suficiente a la correcta distribución de las mismas ni tienen como prioridad la satisfacción de las necesidades de sus pueblos.


Por eso es que no debe sorprender a nadie que hoy en día ya sean temas normales de discusión aspectos que antes se consideraban intocables, como el derecho a huelga o el descanso dominical. Aunque la discusión sobre el domingo ya fue "resuelta", analizar estos dos temas como ejemplo muestra la gran importancia de tener gobiernos en los que sí participen políticos, siempre que sean personas honestas. Además, el ejemplo no deja de tener vigencia, pues ya antes este gobierno ha dicho una cosa hoy y hecho lo contrario mañana.


Quien estudia estos tópicos desde la óptica empresarial tendrá que concluir que ambos deben ser reformados en la legislación panameña. El derecho a huelga porque debilita la acción de la empresa y la hace dependiente de lo que quiera la masa trabajadora y el descanso dominical porque establece un alto costo para quien tenga un negocio cuya naturaleza haga necesario trabajar en domingo. Ambos argumentos son ciertos y contundentes si se usa únicamente el lente del empresario.


Sin embargo la política, siendo el arte de gobernar, requiere que quienes llevan las riendas del Estado mantengan a la población en un nivel aceptable de tranquilidad y bienestar, el cual no necesariamente es directamente proporcional a la cantidad de dinero que se produce. Es por ello que el buen político no sólo mide el impacto económico de una medida, sino también, entre otras cosas, su efecto en el tejido social, en la calidad de vida de los gobernados.


Cuando hacemos ese ejercicio, limitar el derecho a huelga y eliminar el descanso dominical ya no parecen tan buenas ideas.


Muchas huelgas son injustas y hasta dañinas, pero, en general, el mecanismo trae algo de balance sano entre las partes y evita que los conflictos obrero-patronales escalen a escenarios incontrolables. En cuanto al domingo pienso que la cosa es aun más clara. No creo en argumentos religiosos como base para ninguna decisión gubernamental, lo objetivo en este caso es que no es posible tener vida familiar cuando papá o mamá están libres un día de semana, mientras los niños van a la escuela y el otro cónyuge al trabajo.


Como electores tenemos que entender, que si elegimos a personas que por formación, experiencia y convicción tienen como único norte la producción de ganancias, no podemos sorprendernos cuando ellos actúan de manera consecuente, aunque ello signifique afectar derechos adquiridos o aspectos esenciales de la democracia como el respeto a las instituciones, a la separación de poderes, a la legalidad o a la libertad de expresión.

El sector empresarial tiene muchísimo que aportar al momento de decidir cómo y hacia dónde se debe conducir un país, pero su punto de vista debe tener los adecuados contrapesos y balances, de forma que logremos un desarrollo integral y sostenible. La participación del buen político es lo único que garantiza el adecuado equilibrio.


QUE ESTÉN BIEN!!



lunes, 24 de mayo de 2010

PARECE QUE SON SORDOS

La gran mayoría de los políticos panameños actúa a contrario sensu de lo que la población pide, lo que nos dirige hacia un estado de decepción total, con todos los riesgos que eso implica.

El gobierno nacional sigue tomando medidas que son únicamente propagandísticas y para satisfacer la psiquis popular. El gran temor es bajar en las encuestas y cualquier promesa, por enormes costos que la misma implique, es aceptable si la popularidad se mantiene o sube. Ante esta triste realidad la oposición, en lugar de tratar de cambiar ese rumbo mediante el debate y la crítica constructiva, recurre a burdas maniobras de difamación que hasta un ciego puede detectar.

Cualquier persona sensata sabe que alguien está enviando desde Panamá la información que sigue apareciendo en un supuesto diario en Costa Rica y evidentemente no es el gobierno. Lo realmente atroz es que por el deseo egoísta de manchar la imagen del gobierno a toda costa, los autores de esta trama estén comprometiendo la imagen de todo un país. No tengo aprecio alguno por la impunidad, pero tampoco doy valor a la calumnia. Mientras el autor intelectual de esas publicaciones no tenga suficientes elementos probatorios para presentar una denuncia formal, su deber es guardar silencio.

Hay muy poca inteligencia en la dirigencia opositora, pues si su interés es demostrar que el gobierno no está cumpliendo sus promesas y nos está dirigiendo de mala manera, sólo hace falta cuestionar objetivamente sus actuaciones diarias.

Sólo ayer, un acto que se suponía fuese, entre otras cosas, un llamado de atención a nuestras autoridades, fue hábilmente aprovechado por ellas para hacerse propaganda gratis y conseguir un gran respiro mediante el nuevo plazo de tres años impuesto por el señor Presidente.

Él prometió en campaña solucionar la inseguridad del país en cuanto fuese Presidente y no cuatro años después. Muchos creímos que lo podría hacer, sin embargo, a un año de gobierno la situación sólo ha empeorado y parece que se pondrá peor.

Tengo la experiencia suficiente para analizar los signos que me indican lo anterior. Participé de una gestión gubernamental que falló en la solución de este problema y conozco los factores que nos llevaron al fracaso. En este gobierno no sólo se están repitiendo los errores anteriores, sino que se están profundizando y se han agregado algunos.

Para quienes algo conocen este tema no hay correspondencia alguna entre la promesa de hacer de Panamá el país más seguro de América y las medidas que se han anunciado. Un simple ejemplo son las visas a "todo el mundo" que mencionó ayer el señor Presidente. Primero, no es cierto que la mayoría de los delitos graves y violentos son cometidos por extranjeros y además, ese documento no es lo que servirá de freno a los delincuentes foráneos que quieren penetrar nuestras fronteras. Si la visa no lleva consigo una comprobación real del estado judicial del individuo que aplica para la misma, ninguna efectividad puede tener. Sin embargo, implementar visas a todo el mundo será una medida de propaganda que dará una impresión inicial de eficacia, pero que probará ser totalmente inútil.

Así mismo ocurrirá con otras medidas como los indultos a policías acusados de homicidio sin haberse comprobado su culpabilidad o inocencia, lo que sólo promueve la impunidad y los abusos o la implementación de leyes "más fuertes" que únicamente aumentarán penas, pero que jamás serán impuestas a nadie.

Parece que el gobierno está tirando al aire con una escopeta para ver si algún perdigón por casualidad o suerte da en el blanco o lo que es peor, sencillamente para hacer ruido y que todos pensemos que "están trabajando".

Reunir a la sociedad civil y recibir de ellos una serie de propuestas, así las mismas se conviertan en leyes, tampoco traerá paz. El problema de la violencia y la inseguridad es uno que sólo se puede resolver con planes integrales, que se apliquen durante el ejercicio de diferentes gobiernos y que hayan sido elaborados por científicos y profesionales capacitados en dicha materia. Por muy buena voluntad que todos los no expertos podamos tener, debemos entender que nuestra capacidad para proponer soluciones viables y efectivas está limitada y que de ese límite en adelante el espacio es para los profesionales.

Espero estarme equivocando y que, aunque otra sea la impresión que dan sus actuaciones, el gobierno esté entendiendo los mensajes claros del pueblo, en especial en materia de seguridad. El cese de las promesas sin sentido ni base en la realidad sería un excelente comienzo. El inicio de una discusión científica que tenga como objetivo redactar la política criminológica del Estado panameño sería aun mejor.

Por el contrario, interpretar la marcha de ayer como un espaldarazo al gobierno y como la firma de un cheque en blanco para que se cometan arbitrariedades que vulneren el estado de derecho, afecten el respeto a los derechos humanos o causen erogaciones excesivas y sin control de los dineros públicos sería un gigantesco error que traería sus consecuencias.

QUE ESTÉN BIEN!!

viernes, 7 de mayo de 2010

ALGUIEN ESCUCHA?

A un año y algunos dìas de las màs recientes elecciones presidenciales, puedo observar fenòmenos importantes que indican un cambio de forma de pensar y por lo tanto de exigencias del electorado.

En general se confirma que la gente està cansada de lo que perciben como los polìticos de siempre, definidos como personas mentirosas que ademàs de hablar mucho, hacen poco. Y digo que se confirma porque ya ha pasado suficiente tiempo despuès de las elecciones como para que si los resultados que se dieron hubiesen sido sòlo el producto de una demencia colectiva temporal, tuviesemos una larga lista de arrepentidos, lo cual, por lo menos desde el punto de vista de los resultados de las encuestas, no parece ser el caso.

Los datos publicados indican que la gran mayorìa de las personas considerò y sigue considerando a Martinelli como un polìtico diferente y que por ese solo hecho estàn dispuestos a perdonarle muchas cosas que tal vez a otro le reprocharìan. Escuchando a la gente, concluyo que, entre otras cosas, lo que les hace distinguir positivamente al Presidente es su pragmatismo.

La realidad que reflejan las encuestas debe ser un llamado de atenciòn para todos los polìticos panameños, tanto de gobierno como de oposiciòn. A los primeros los debe hacer conscientes de que la paz, la tranquilidad y el desarrollo del paìs dependen de que ellos satisfagan las altìsimas espectativas que los ciudadanos tienen de su gestiòn y que ellos mismos han ido creando. Muy pronto no bastarà con anuncios y discursos y la ùnica respuesta agradable a la gente seràn resultados concretos.

A la oposiciòn las encuestas nos tienen que llamar a romper con todos los anteriores paradigmas de la polìtica criolla, haciendo de nuestro ejercicio de esa ciencia una actividad mucho màs simple y transparente, fundamentada en la bùsqueda del bien comùn y en nada màs.

Lamentablemente, creo que ninguno de los dos grupos està leyendo el claro mensaje que los habitantes de este paìs nos estàn mandando. El gobierno piensa que puede seguir viviendo del cuento, de los slogans y de las imposiciones arbitrarias y la oposiciòn cree que puede llegar a convertirse en una alternativa viable de poder aplicando los mismos mètodos de antes y presentando como sus representantes a los de siempre o a algunas "caras nuevas" pero de alma vieja, quienes son iguales o peores que los dinosaurios.

Si seguimos en la direcciòn actual tendremos a un pueblo frustrado al lìmite, producto de una desilusiòn màs, que peligrosamente no tendrà esperanzas en un futuro cambio por la via democràtica. Este serà el caldo de cultivo perfecto para experimentos polìticos tan nefastos como los que hemos visto darse en paìses tan cercanos como Venezuela.

El pueblo hablò y sigue hablando alto y claro, si los polìticos no queremos escuchar, seremos los ùnicos responsables de los males que ello pueda traer.

QUE ESTÈN BIEN!!

lunes, 29 de marzo de 2010

GRADO DE INVERSIÓN, LOGRO MONUMENTAL!!

Creo que, aun con el muy merecido despliegue que se ha dado en los medios de comunicación sobre este tema, la gran mayoría de los panameños no tiene claridad sobre el verdadero impacto que puede tener este hito en nuestra vida cotidiana.

No se me ocurre defender a las calificadoras de riesgo y su sistema de trabajo, además de que comparto muchas de las críticas que se les realizan, pero al final del día hay que ser pragmáticos y la realidad es que lo que estas empresas digan sobre un país le afecta de manera directa a quienes viven en el mismo, gústenos o no. Por algo todos quieren entrar al "club".

Sin embargo, hay que tener muy claro que lo importante no es el simple hecho de estar en ese grupo tan exclusivo de sólo cinco países de latinoamérica (Chile, México, Brasil, Perú y Panamá). Lo medular es que producto de esa nueva calificación los intereses que pagamos por nuestra deuda externa deben bajar significativamente, lo que se puede traducir en ahorros importantes para nuestros presupuestos, pero además, esa calificación es de los primeros y más importantes parámetros que revisan los inversionistas internacionales antes de tomar decisiones sobre qué país será el destino de sus dineros. Esto último podría ser una fuente importantísima de empleos, si se juegan las cartas correctamente.

A pesar de haberse completado una fase importante con la calificación otorgada por Fitch Ratings, Panamá no puede dormirse en sus laureles, pues falta mucho camino por andar si queremos ver en la práctica los efectos potenciales de ser un país con grado de inversión.
El paso siguiente en este momento es que las otras dos importantes calificadoras, a saber, Standard & Poor´s y Moody´s, también revisen hacia arriba su calificación. De lograrse lo anterior, lo que sigue es acometer la difícil tarea de mantener el nuevo "rating", lo cual muchas veces ha probado ser más duro que conseguirlo.

Lo más sensato para repetir cualquier resultado positivo y para mantener sus efectos es analizar cómo se le consiguió por primera vez, es decir, determinar exactamente cuáles fueron los pasos esenciales, sin los cuales no se hubiese obtenido la conclusión deseada.

Cuando realizo ese análisis concluyo que nuestro grado de inversión fue un logro nacional, en el cual participaron varias administraciones gubernamentales y para lo que, muchas veces sin ser conscientes, todo el pueblo panameño tuvo que hacer grandes sacrificios. Jamás se hubiese obtenido el grado de inversión sin las privatizaciones o sin las reformas fiscales, por poner sólo algunos ejemplos.

No voy a entrar en la discusión estéril sobre qué gobierno hizo más para llegar a esta meta, pero sí debo ser enfático al señalar dos cosas. Por un lado, que fue el gobiernos del Presidente Torrijos el que logró la disciplina fiscal del Estado panameño y por el otro, que aunque sólo llevan 9 meses ejerciendo la conducción del Estado, el actual gobierno fue pieza fundamental en la consecución del grado. Todas las perspectivas y planes que por meses y a veces años, pueda tener una calificadora puden cambiar repentinamente por un evento de un solo día. En otras palabras, si Fitch Ratings no tuviese confianza en el gobierno de Martinelli y en la conducción económica y financiera de Alberto Vallarino, jamás hubiese variado su calificación hacia arriba.

Han sido muchas, pero dos condiciones específicas son las que sobresalen como las responsables de que Panamá haya obtenido este grado:


  1. Disciplina Fiscal. Entendida como un balance correcto entre lo que Estado recauda, lo que gasta y lo que debe.

  2. Seguridad Jurídica. Lo que en este caso implica la certeza que pueden tener los inversionistas de que las reglas del juego que se aplican inicialmente para atraerlos (contratos y leyes principalmente) no variarán de forma abrupta o sin fundamento, una vez ellos hayan realizado su inversión.

En este sentido hay algunas acciones recientes del gobierno que me preocupan, ya que pudiese interpretarse que tienen el potencial de afectar negativamente ambas condiciones arriba señaladas. La primera es la menos conocida y poco comentada, es decir, la decisión de acuñar 130 millones de balboas en monedas, con la novedad de que una parte importante de las mismas serán de 1, 2 y 5 balboas. La segunda es la tan publicitada "compra de los corredores" con dinero de la Caja de Seguro Social y del Fondo Fiduciario.

Con respecto a la acuñación de monedas el riesgo es básico y se resume en el muy temido fenómeno de la inflación. Si el gobierno actual o los futuros toman la costumbre de acuñar moneda, lo primero que se cuestionará es si esa moneda tiene respaldo real, una pregunta difícil de contestar con argumentos a nuestro favor. El comportamiento de gastos e inversiones muy altos que ha mostrado hasta ahora el gobierno Martinelli hace aumentar las preocupaciones en este sentido, pues pudiese darse el caso de que se pretendan financiar obras con esta nueva modalidad, lo que sería altamente perjudicial para nuestro país.

En lo referente a las compras de acciones de los corredores ya se han dado manifestaciones de preocupación, inclusive por parte de Fitch Ratings, quienes perciben un aire de nacionalización en la acción. El gobierno panameño deberá realizar las explicaciones del caso, pero la comunidad internacional podría mantener dos preocupaciones subyacentes. La primera, que en Panamá no se estén respetando los contratos que se firman con empresas extranjeras y la segunda, que la posición saludable en la que se encuentran las finanzas de la Caja de Seguro Social se vea afectada por invertir parte de sus reservas en una empresa que podría no ser tan lucrativa como se plantea para sustentar la movida financiera.

Ambas preocupaciones tienen fundamento. La manera secreta y acelerada como se dieron las "negociaciones" entre el gobierno y las empresas de los corredores deja abierta la posibilidad de que hayan existido presiones que las mismas no pudieron resistir. Dejo claro que entiendo que no estamos hablando de monjas de la caridad y que estoy de acuerdo con que esos contratos tenían que ser revisados si en efecto resultaban perjudiciales para Panamá. De hecho, tengo información de personas muy serias involucradas en este tema y a quienes doy entero crédito, según las cuales bajo los esquemas originales los corredores nunca serían entregados a Panamá. Sin embargo, las formas cuentan y por lo tanto en estas materias tan delicadas además de ser transparentes y correctos hay que parecerlo.

En cuanto al uso del dinero de la Caja de Seguro Social y del Fondo Fiduciario, más allá de la falta de cumplimiento de las formalidades legales para utilizar esos fondos y de la ausencia de consultas a los verdaderos dueños de los mismos, lo que preocupa es el manejo que en la práctica se vaya a dar a la nueva empresa mixta. Y es que la inversión sólo será positiva para la Caja y para el Fondo si la empresa da dividendos y eso aun está por verse. Todo suena muy bien en papel, pero en la realidad cotidiana las cosas pueden cambiar si a alguien se le ocurre ceder ante la presión popular de que los corredores deben ser gratis o por lo menos que deben ser rebajados sustancialmente o que hay que ampliarlos sin que ello tenga incidencia en su costo, entre otras miles de posibilidades que afectarían negativamente la rentabilidad de la empresa.

Es evidente que en materia económica vamos por buen camino, ahora lo importantes es mantenernos e identificar todo aquéllo que tenga el potencial de desviarnos.

QUE ESTÉN BIEN!!

martes, 23 de marzo de 2010

NUESTRA AGENDA SOBRE SEGURIDAD YA NO ES PANAMEÑA

En el pasado reciente me he referido varias veces al tema de las nuevas políticas de seguridad del Estado panameño con respecto al conflicto colombiano. Créanme que no ha sido por tenerle gusto al tema, ni por considerarme un experto en el mismo, pues estoy muy lejos de serlo. Sin embargo, algo me enseñaron los casi tres años en la Policía Nacional, cuando el servicio de fronteras era parte de esa institución. Además y sobre todo, callar sería extremadamente cómodo y egoísta de mi parte, pues estoy convencido de que este tema afectará grandemente todos los aspectos de la vida nacional.

Lo nuevo en esta materia es que con las recientes declaraciones, primero de la señora Embajadora de los Estados Unidos en Panamá y luego del Subsecretario de Defensa para América Latina del gobierno de aquél país, ya no existen dudas en mi mente de que la nueva política del Estado panameño con relación al conflicto colombiano fue diseñada y creada desde afuera y es de tal naturaleza que afectará negativamente nuestros intereses. Adicionalmente, también me queda claro que dicha novedosa política no sólo se circunscribe a Colombia, sino a todo lo relacionado con el fenómeno del narcotráfico.

La señora embajadora básicamente repitió hace algunos días en un foro sobre seguridad el discurso que últimamente ha sostenido de forma reiterada el señor Ministro de Gobierno y Justicia de Panamá, en el sentido de que nuestro país debía luchar contra los carteles de la droga y contra todo lo relacionado a su actividad. Inclusive hizo énfasis en los carteles mexicanos, así como lo ha hecho el señor Ministro. Por su parte, el Subsecretario de Defensa dijo un día después y de manera directa que los problemas de Colombia eran también problemas de Panamá y que por lo tanto Panamá tenía la obligación de combatirlos.

Me queda claro que en la práctica Panamá empezará a poner "mano dura" contra las FARC y los carteles de la droga colombianos y mexicanos, para lo cual recibirá "ayuda" norteamericana. Si bien estas situaciones suenan en principio como muy positivas para la humanidad, lo lógico y exigible a cualquier gobierno es analizar si esas nuevas acciones que emprenderemos son buenas o perjudiciales para Panamá. En mi opinión son muy dañinas para nuestros intereses y lo sustento en los siguientes hechos:
  1. Ningún gobierno de la República de Panamá en el pasado había cedido ante las presiones de involucrarse directamente en el conflicto colombiano o en la lucha contra determinados carteles de droga que operan fuera de nuestras fronteras.
  2. Producto de esa política de Estado, respetada y sostenida por múltiples gobiernos de múltiples signos político partidistas, así como del uso del diálogo como herramienta principal para la solución de conflictos con grupos irregulares en la frontera con Colombia, Panamá ha logrado mantener la mayor seguridad y calma posibles dentro de sus circunstancias en esa región y ha alejado de sus ciudades la posibilidad de ataques por grupos irregulares.
  3. Panamá no está preparada para librar una guerra sostenida en su frontera con Colombia, pero sobre todo, no necesita estar preparada para ello. Lo que necesitamos allá es seguridad para los nuestros, no ayudar a nadie a destruir a sus enemigos.
  4. Si bien el tráfico de droga trae luto y dolor por donde pasa, el fenómeno de la delincuencia y violencia en Panamá está mucho más relacionado con los "tumbadores" de drogas locales y con las pandillas panameñas que con las FARC o con los narcos mexicanos o colombianos.
  5. Eso es porque Panamá no es un destino para la droga colombiana, dado que los precios de la misma aquí son sólo pequeñas fracciones de los que están vigentes en Estados Unidos y Europa.
  6. Dado todo lo anterior, si recibimos "ayuda" de otros países, la misma será para solventar problemas que no son nuestros y que por lo tanto nos van a desviar del curso correcto para los mejores intereses de nuestro país.
  7. Involucrarnos en conflictos en los que no somos parte trae como consecuencia que tengamos nuevos "aliados", pero también nuevos y poderosos enemigos.

No se trata de negarnos a participar en la lucha contra la delincuencia, la droga o la violencia en general, sino de hacerlo desde la perspectiva panameña y de acuerdo a los mejores intereses de nuestra nación. Podemos y además tenemos el deber humano y moral de ser solidarios con nuestros países vecinos y con la comunidad internacional, pero los gobiernos tienen la responsabilidad de hacerlo sin que ello nos cause perjuicio alguno.

¿Quién y con qué recurso humano combatirá los robos a manos armada, los hurtos, las violaciones, los homicidios que se producen como consecuencia de los anteriores delitos, los secuestros "express", etc. cuando nuestros efectivos policiales estén concentrados en que la droga que va para Estados Unidos o Europa no alcance su destino final o en causarle bajas a las FARC?

¿Qué efecto tendrá en las pandillas panameñas, que cometen todos los delitos locales antes mencionados y que causan casi la totalidad de las estadísticas delictivas del país, el hecho de que se incauten mil o dos mil kilos de droga que no tenían a Panamá como destino o el hecho de que acabemos con un campamento de las FARC?

Yo felicito las acciones e iniciativas de las autoridades norteamericanas y colombianas, pues se enmarcan dentro de una política lógica de lograr los mejores beneficios para sus nacionales y hago un respetuoso llamado de atención a las nuestras para que los imiten. Podemos ser socios y compartir intereses sin ceder ciegamente a todo lo que se nos pide. Eso, además de consecuente con nuestro pueblo, nos gana el respeto de la comunidad de naciones.

QUE ESTÉN BIEN!!

lunes, 15 de marzo de 2010

AHORA NOSOTROS LE HABLAMOS A LAS FARC.....

Dando seguimiento a las anteriores entradas sobre este tema debo decirles que hoy en día tengo miedo de las cosas que están por venir para nuestro país si la actitud del Ministerio de Gobierno y Justicia y en especial del señor Ministro no cambian.

Mi temor parte del hecho de que mis dos anteriores escritos estaban fundamentados en apreciaciones de lo que podría pasar si ciertas cosas que yo únicamente sospechaba fuesen realidad. Eso dejaba un espacio para la posibilidad de estarme equivocando en mis análisis, lo que a su vez me producía tranquilidad. Lamentablemente, todo lo malo que suponía podía estar ocurriendo en efecto es una realidad.

Las recientes declaraciones del señor Ministro de Gobierno no dejan duda alguna. Él ha señalado abiertamente que va a atacar a las FARC cuando entren a suelo panameño y adicionalmente ya ha advertido que espera más enfrentamientos. Ya esto tuvo sus reacciones y el señor Ministro tuvo que "matizar" sus palabras diciendo que no quiere una guerra con las FARC.

Lo terrible de todo esto es que cuando un Ministro se ve forzado a decir públicamente que no quiere una guerra es porque está consciente de que ha dicho y/o hecho cosas que indican lo contrario.

No se trata de negarle a los panameños que viven en Darién su derecho a la vida y a la tranquilidad, sino todo lo contrario. Hay que cuidarles, pero de manera inteligente, pues el remedio no debe ser peor que la enfermedad. No hay nadie más consciente que los que hemos tenido que ver con el tema de que hacen falta muchas cosas en nuestra frontera con Colombia, incluyendo más seguridad, pero no podemos usar eso de excusa y poner en riesgo a los panameños que viven o trabajan en esa región por intentar un enfoque que ya ha sido estudiado científica y técnicamente y que sabemos que no es efectivo.

Es un hecho que todos los gobiernos panameños del pasado, independientemente de su bandera política o su ideología han tratado este tema de igual forma. Panamá se ha mantenido neutral, defendiendo su territorio cuando ha sido necesario, pero sin inmiscuirse en el conflicto.

En la práctica esto ha significado que la policía siempre había tenido la orden de no disparar al encontrarse con guerrilleros, a menos que fuese necesario para preservar su vida o la de los pobladores de esas áreas. El procedimiento indicaba que se debía dialogar con estos individuos y conminarlos a abandonar voluntaria y pacíficamente nuestro territorio, lo que ocurría en la gran mayoría de las ocasiones.

Este proceder no ha sido perfecto, pero sí ha probado ser el más efectivo dentro de nuestras circunstancias. Esa región del país no ha estado excenta de situaciones violentas y de inseguridad, pero lo que ha ocurrido no es ni siquiera la punta del "iceberg" de lo que podría pasar si de hecho declaramos una guerra a las FARC, independientemente de las causales que se argumenten para sustentar tal decisión.

La única razón lógica para que los conflictos hayan surgido tan pronto llegó al poder el actual gobierno es que la orden de no disparar antes de dialogar ha sido cambiada, lo que se confirma con los repetidos señalamientos públicos del Ministro de Gobierno.

Pero lo peor es que esa decisión no pareciera tener fundamento lógico, pues una guerra, ya sea declarada o no, contra las FARC en nada ayudará a disminuir el trasiego de drogas a través de nuestro país o la inseguridad que se vive en Darién. Entonces surge la duda de si se trata de criterios ideológicos personales que se convierten equivocada y peligrosamente en políticas de Estado. Ojalá que no sea así. Dios quiera que los que manejan la seguridad de nuestro país entiendan que este experimento será muy costoso, pues se pagará con vidas humanas, vidas de panameños humildes.

Otro día podemos hablar de lo que sí le haría muy bien a Darién pero por ahora y para no aburrir, sólo diré que allá hace falta mucho más construir que destruir.

Una de las cosas que diferencia a los buenos de los malos es que los primeros no creen que el fin justifica los medios y por lo tanto son incapaces de poner a personas en peligro so pretexto de un "bien mayor". Si perdemos eso, ya nos hemos cambiado de bando.

QUE ESTÉN BIEN!!

miércoles, 3 de marzo de 2010

SALUDOS A TODOS

Les pido disculpas por haberme "perdido", pero estuve fuera del país recargando baterías. mañana les prometo la primera publicación de marzo, dedicada a la REFORMA TRIBUTARIA.

QUE ESTÉN BIEN!!

jueves, 11 de febrero de 2010

¿ES NECESARIA LA REFORMA TRIBUTARIA?

Esta es la interrogante que debería ser la base de la actual discusión. Empezar a debatir sobre el fondo de la reforma antes de contestarla es como entrar a un almacén y que el vendedor pretenda negociar precios cuando todavía no hemos decidido qué es lo que queremos comprar.

En mi ejercicio profesional y político he participado activamente en tres reformas, algunas tributarias y otras fiscales, dos desde posiciones en el Ministerio de Hacienda y luego el de Economía y Finanzas y otra más como representante del mayor partido político de oposición de aquél momento.

Habiendo apoyado en el pasado otras reformas como funcionario, sería inmoral ahora decir que porque no estoy en gobierno la actual reforma es mala. No obstante, pienso que sí tengo derecho a analizar si la misma se justifica o no.

Sin embargo, no puedo dar la espalda a la realidad y dado que pareciera que la "discusión" está pronta a culminar en la asamblea, me permito compartir con ustedes algunas consideraciones sobre el contenido de la reforma propuesta por el gobierno para luego ir a lo que es lo realmente importante:


  1. La reforma propuesta, contrario a lo que dice expresamente la propaganda pautada por el gobierno NO es fiscal, sino tributaria, pues nada estipula con respecto al gasto público.

  2. La reforma sí rebaja el Impuesto Sobre la Renta, pero vale agregar que este impuesto hoy en día está excento para más del 90% de los contribuyentes.

  3. Al reducido porcentaje de contribuyentes que se vean beneficiados por la rebaja del ISR le tocará devolver al Estado una suma superior, via el aumento del ITBMS. De lo contrario la reforma no tendría sentido, siendo su objetivo declarado aumentar la recaudación.

  4. El pueblo o las personas con menor capacidad adquisitiva sí consumen y mucho más que en otros países, por lo que sí se verán afectados por el aumento del ITBMS, ya sea de forma directa o indirecta.

  5. Ese sector de bajos ingresos recibirá el golpe financiero sin ninguna protección, pues ellos ya están exentos del Impuesto Sobre la Renta, por lo que la rebaja del mismo no les beneficia en nada.

  6. La decisión de aumentar el ITBMS se basa únicamente en que es el impuesto más fácil de cobrar y más difícil de evadir. No es cierto que se trate de un impuesto "justo", pues todos los técnicos y expertos, así como la literatura pertinente lo reconoce como un típico impuesto regresivo, es decir, injusto para los que menos ingresos producen.

  7. Esta reforma no elimina el CAIR, sólo le cambia el nombre, hace que su pago sea por adelantado y lo aplica a quienes ya de por sí no calificaban para pagar por el método tradicional. Es decir, se le elimina sólo a aquéllos que nunca lo pagaron.

No considero que las características enumeradas hagan a la reforma mala o buena, se trata únicamente de una descripción. Para calificar la reforma, entendiendo que la misma va a sacar dinero de las manos de los ciudadanos para ponerlas en las del gobierno, lo vital es determinar si esta transferencia de dinero de un bolsillo al otro es justificable o no.


Nos llegó la hora de perder la inocencia y despertar a la realidad de que cada una de las promesas de campaña del gobierno tiene precio y que además ese precio no lo pagará nadie por nosotros. Si queremos que se cumplan esas promesas tenemos que pagar con nuestro propio dinero. El Metro no lo pagará el gobierno, tampoco paga el gobierno los 100 a los 70 ni las becas y mochilas escolares y mucho menos los 5 millones para poder ir al mundial de fútbol 2014.

Siendo nuestro dinero el que se va a gastar, justo es que cada uno haga su análisis costo/beneficio y decida si estas son buenas ideas o no, pero lo más importante es que manifieste públicamente su conclusión, sea cual sea. Si no lo hacemos, otro decidirá por nosotros y podríamos terminar pagando por cosas que no queremos, que no hemos pedido o peor, que no nos sirven. No podemos olvidar que nuestros gobernantes han mostrado una tendencia a sacar promesas de la manga cada vez que hay problemas, por lo que es necesario que pongamos en práctica algún tipo de control ciudadano. De otra manera, los costos financieros pudiesen llegar a ser impagables.

Todas las reformas que buscan aumentar ingresos cuestan dinero a los ciudadanos, lo que las hace buenas es que el gasto realizado resuelva necesidades prioritarias. Como lo manifesté en una entrada anterior, lo importante no es cumplir tareas, sino alcanzar objetivos.

QUE ESTÉN BIEN!!


AHORA LAS FARC NOS HABLAN...

Me encantaría estar equivocado cuando preveo cualquier situación peligrosa o dañina para otras personas o para el país entero. Lamentablemente ese no ha sido el caso con respecto a mi escrito anterior sobre este tema.

El comunicado de las FARC, del cual hemos tenido conocimiento recientemente, pone de manifiesto que, independientemente de lo que haya ocurrido en realidad, ellos interpretan que por primera vez en la historia Panamá ha tomado partido en esta guerra que no le corresponde. El solo hecho de que esa organización se dirija al Estado panameño es a la vez preocupante y vergonzoso.

Preocupante porque, para quienes hemos lidiado con estos temas, el comunicado constituye una clara amenaza, aunque no haya sido directa y vergonzoso porque la actuación del gobierno panameño nos ha llevado a relacionarnos con un grupo de los más violentos, despiadados e inhumanos de la historia, quien se dirige a nosotros como si fuésemos iguales. En pocas palabras, el gobierno nos ha bajado de nivel.

Que quede claro que no critico de manera alguna la defensa de nuestro territorio, pues considero que es uno de los más nobles oficios en los que un panameño se puede involucrar, además de ser un sagrado deber constitucional, legal y sobre todo, moral. Lo que me parece incorrecto es el cambio de perspectiva, el cual nos ha llevado a ser parte de una guerra ajena. Una cosa es sacar a cualquier intruso de nuestro territorio, sea quien sea, venga de donde venga y utilizando nuestros propios criterios y métodos y otra muy distinta es establecer procedimientos especiales y en conjunto con otra nación para cuando los intrusos pertenecen a una determinada organización.

La defensa del territorio panameño no se puede llevar a cabo tomando en cuenta los intereses de ningún otro país, ello se tiene que hacer de acuerdo a lo que le es más beneficioso a Panamá, inclusive si ello no es lo mejor para nuestros vecinos. Así es como se ha hecho en el pasado y nos ha dado excelentes resultados, entonces ¿por qué cambiar ahora?. ¿acaso se busca un acercamiento con alguien más?, ¿tal vez con un país más grande? ¿o será que el gobierno nos quiere "alinear"?. Si ese es el cálculo, mi opinión es que los peligros y consecuencias negativas serán mucho mayores que los beneficios y lo peor es que los primeros en pagar el precio de esa decisión serán humildes panameños.

La retórica de los funcionarios al hablar de este caso no contribuye a calmar las preocupaciones que muchos tenemos, mas bien las empeora. Hemos sido testigos de lo que en buen panameño se conoce como "rofeo", lo cual resulta improcedente en general y sobre todo en situaciones en los que no hay como apoyar las palabras con hechos.

Si la estrategia de defender el territorio panameño basada en el diálogo y en el uso de la fuerza sólo como último recurso hubiese fallado en el pasado yo entendería todo este peligroso cambio, pero esa no es la realidad y sinceramente yo prefiero la vida de cualquier panameño a mil felicitaciones de mil presidentes, ministros o generales extranjeros.

No tratemos de entrar a un juego para el que no estamos preparados y en el cual no tenemos ninguna necesidad de participar. Recordemos también que en estos menesteres existe lo que se conoce como "el punto de no retorno", lo cual no permite recapacitar una vez se llega al mismo. De allí en adelante habremos entrado en el mismo círculo vicioso en el que se encuentra nuestra vecina Colombia, el cual sólo produce muerte, desolación y pobreza.

QUE ESTÉN BIEN!!

viernes, 29 de enero de 2010

PANAMÁ NO DEBE ENTRAR EN GUERRA CON LAS FARC

Este tema es de tan alta importancia que consideré escribir sobre el mismo en el instante en el que vi la noticia sobre el conflicto armado entre nuestro Servicio de Fronteras y presuntos guerrilleros colombianos. Sin embargo, la voz de la razón me indicó prudencia para esperar más datos y las versiones de las partes.

Lamentablemente, todo lo que he escuchado y leído desde entonces sólo ha servido para confirmar y afianzar mis peores temores. Pareciera que, ya sea por error o conscientemente, nuestras autoridades nos han involucrado de manera directa en un conflicto que no es nuestro y que todas las administraciones anteriores a lo largo de nuestra historia republicana habían tenido el sabio cuidado de evitar.

Cuando fui Director de la Policía Nacional el Servicio de Fronteras estaba bajo mi mando, por lo que me correspondía tratar con el señor Presidente de la República todo lo relacionado al accionar de las fuerzas de seguridad panameñas en la frontera con Colombia. Por esa razón conozco de los enormes esfuerzos que de manera prudente se realizaron, con éxito, para mantener una relación cordial y de cooperación con el vecino país , sin que ello implicara quedar envueltos en su conflicto armado.

Sucede que los países no tienen amigos, sino intereses. Por ello, desde que la guerrilla existe Colombia ha intentado, por todos los medios que ha considerado conducentes, que Panamá sea parte de su guerra. En la práctica eso significa que nosotros persigamos a los guerrilleros y que los ataquemos junto con el ejército colombiano, lo que a su vez nos convierte en blanco potencial de todas sus ofensivas.

Siendo esta práctica muy perjudicial para la seguridad de nuestro país, todos los gobiernos anteriores al actual han comunicado a Colombia de manera directa, con hechos y con palabras que sólo nos dedicaríamos a cuidar la integridad territorial y la soberanía de Panamá


En el campo, eso se traduce en que nuestras unidades de fronteras, por lo menos hasta el gobierno anterior, tenían la orden expresa de no disparar a los guerrilleros a menos que fuese en defensa propia o para defender a ciudadanos o poblaciones panameñas que hubiesen sido atacados. Si una patrulla nuestra encontraba a una de las FARC o a cualquier otra persona no nacional dentro de nuestro territorio debía primero conminarle a salir de Panamá y regresa a suelo colombiano, cosa que sucedía así en la gran mayoría de las ocasiones, sin que hubiese víctimas de ningún tipo.

Es por ello que llama la atención el hecho de que nuestras unidades hayan intercambiado disparos con presuntos guerrilleros y que además hayan matado a tres de ellos. Esto no parece casual y a mi me indica que pudiese haberse dado un cambio en nuestra política hacia ese conflicto, lo que originó otro tipo de ordenes para nuestros policías. Esta tesis se refuerza con todos los pronunciamientos públicos de los más altos funcionarios colombianos, incluyendo al Presidente Uribe, quienes han dicho que se trató de una operación conjunta, específicamente un bombardeo y que por ello felicitan a Panamá.

Ojalá que el Presidente Uribe, sus ministros y personal militar y policial estén mintiendo, pues si lo que dicen es cierto, Panamá lo pagará con vidas inocentes y posiblemente no sólo en Darién.

En el concierto de las naciones Panamá siempre ha guardado una posición objetiva y neutral, manteniendo relaciones cordiales con todo el mundo y sin comprometerse ideológicamente con ningún extremo. Espero que este siga siendo nuestro norte. Jugar a los buenos y los malos le sale muy caro a naciones tan pequeñas y vulnerables como la nuestra, si no me creen, pregunten a los que no podrán recuperar su vista sólo porque ahora no nos gustan los doctores cubanos.

QUE ESTÉN BIEN!!


CUALQUIERA PUEDE SER RICHIE TRAAD

Hace ya algunos días vi en las noticias que Richie Traad fue absuelto y en consecuencia salió de la cárcel después de casi tres años de detención preventiva. Me hubiese gustado escribir sobre esto antes, pero todos los días pasa tanto en Panamá que se hace difícil establecer prioridades. El caso de Traad me ha hecho pensar en todas las personas que hoy están en su misma situación y en todos los que pareciera que estarán así en el futuro cercano.


No se trata de defender a nadie en particular, lo importante es observar lo que ya hemos hecho para evitar repetir errores en el futuro.

Tengo algún conocimiento, aunque limitado, de este caso y ello me lleva a sacar ciertas conclusiones, las cuales aclaro que son meramente especulativas pues no las puedo probar.

Creo que el caso Traat es muestra de dos situaciones:

  1. Por la intención de condenar a una persona por hechos que no se le pueden probar, se le acusa de cualquier otra cosa que se cree más fácil de demostrar o sabiendo que el resultado será de absolución, se le acusa de todos modos para que los rigores del proceso penal se constituyan en la pena que el actor intelectual de la trama considera que el acusado debe cumplir a toda costa.
  2. Los fiscales y jueces aplican, sin ningún tipo de apego a la ley, la medida cautelar más grave, es decir, la detención preventiva, la cual se constituye de ese modo en una especie de pena, aunque el acusado finalmente sea absuelto.

Es evidente que si mis especulaciones terminan siendo fundamentadas, todos los ciudadanos de este país corremos un grave peligro, pues este tipo de proceder elimina en la práctica la garantía fundamental de la presunción de inocencia.

De ese modo, nada importará si eres inocente de lo que se te acusa, pues de todos modos vas a ser humillado, se destruirá tu reputación y lo peor de todo, perderás tu libertad por un tiempo indeterminado.

En sistemas avanzados, como en Estados Unidos, por ejemplo, poco importa a los fiscales la percepción que la comunidad tenga sobre un individuo o el deseo que un gobernante o funcionario tenga de verlo tras las rejas. Todo lo que los fiscales analizan y toman en cuenta antes de formular cargos es si en efecto pueden probar su acusación. Por eso, la gran mayoría de los casos que llegan al conocimiento de los fiscales en Estados Unidos son rechazados por los mismos, aun cuando el fiscal considere en su fuero interno que el acusado es culpable.

Esa es una de las características de la democracia y del respeto al principio de presunción de inocencia, la cual nos molesta a todos enormemente y con toda razón cuando resulta en que alguien a quien percibimos como malo queda libre, pero que a su vez es la única garantía para que nadie pueda abusar el sistema y meter en la cárcel a un inocente.

No defiendo personas, defiendo la institucionalidad, la legalidad y las garantías de todos los ciudadanos, pues el respeto a esos conceptos básicos de la democracia es lo único que nos mantiene LIBRES.

QUE ESTÉN BIEN!!

EL ATAQUE ES A LA DEMOCRACIA, LA ESTABILIDAD Y EL DESARROLLO

Que cada uno piense y diga lo que quiera. Lo cierto es que el Órgano Ejecutivo ha utilizado todos los mecanismos posibles para tratar de convencer a los ciudadanos de que no está interfiriendo con la administración de justicia. Sin embargo, es justo que sepan que hay personas que no creemos en esos argumentos y para quienes cada comunicado de prensa y actuación de los funcionarios encargados de la defensa de la causa del Ejecutivo, lejos de convencernos, constituye un indicio adicional de culpabilidad. Creo que más allá de los detallitos novelezcos y especulativos del tema, lo que realmente está en discusión es:
  1. Democracia (separación de poderes)

  2. Estabilidad

  3. Desarrollo

Ya antes escribí sobre la ausencia de sustento jurídico del caso contra la Procuradora, así como los riesgos que las actuaciones del Procurador de la Administración (y ahora la Corte Suprema de Justicia) imponen sobre la totalidad de los servidores públicos del país y por lo tanto, sobre la salud institucional de la nación entera, por lo que sobre ello sólo diré que me ratifico de todo lo expresado aquí el 6 de enero recién pasado.


A quienes no opinan igual, les respeto, pero les pido que no descarten este análisis y que lo tomen en cuenta para futuras referencias, pues todos tenemos derecho a cambiar de parecer si las circunstancias y hechos varían.


La injerencia del Órgano Ejecutivo en temas de otros órganos del Estado pone en riesgo el sistema democrático de gobierno, el cual la gran mayoría de los panameños consideramos como el más adecuado y que además, de acuerdo con nuestra Constitución, es el fundamento jurídico de la República. Es decir, se encuentran en juego nuestras fundaciones, los pilares sobre los cuales se sostiene nuestro orden social. La esencia de la democracia es que el pueblo es el soberano para escoger a sus gobernantes, quienes sólo deben actuar para defender sus intereses. Como no hay garantías sobre el comportamiento humano, para asegurar que esos escogidos no den la espalda a los electores una vez se convierten en autoridades, el sistema funciona con poderes separados, de forma que NADIE pueda ostentar el poder total. No hay ser humano en la historia que haya sabido o podido manejar el poder absoluto. Quienes lo han ostentado siempre terminan cometiendo abusos, siendo su única víctima el pueblo. La mayor contradicción que ofrece esta realidad es que en muchas de esas ocasiones ha sido el propio pueblo el que consintió e inclusive alentó la concentración de poder, por considerar que con ello lograría justicia y prosperidad. No obstante, nuestra historia nos enseña que nunca algo bueno se originó de un abuso.


Pero lo que hace que estos hechos tengan una consecuencia práctica, es decir, que los conceptos de democracia y separación de poderes incidan de forma directa en nuestro diario vivir, es que una vez las reglas fundamentales del juego democrático son violadas se pierde de manera inmediata la ESTABILIDAD. La estabilidad es certeza, pero en un país en el que no se sabe cuándo ni en qué casos se aplica la ley, pues la misma se interpreta al margen de su propio texto y espíritu y sólo tomando en cuenta los intereses de quien detenta el poder, no puede existir certeza de nada. Entonces cada uno comienza a actuar sin consideración a reglas, entendiendo que las mismas ya no aplican y que los resultados dependerán de la fuerza y no de lo que sea justo o legal. Significa para ustedes algo la expresión LEY DEL REVÓLVER?, cuánto estamos retrocediendo?, cómo es posible que en el Panamá del siglo 21 estemos expuestos a la posibilidad de esta clase de retroceso?


Si continuamos en el curso actual la ausencia de reglas democráticas traerá inestabilidad y ésta a su vez resultará en una dramática disminución de la calidad de vida de todos los panameños. ¿ Alguien ha escuchado de alguna nación que haya logrado el desarrollo humano y material en ausencia de estabilidad política y social?, yo no y creo firmemente que eso no es posible.

Es por eso que para quienes creemos que el Órgano Ejecutivo sí se está inmiscuyendo en asuntos que corresponden a otros órganos del Estado, esta situación no tiene nombres ni apellidos ni se resuelve con interpretaciones "geniales" de la Constitución y las leyes, con "elocuentes" discursos de empleados estatales en programas de opinión o con comunicados de la oficina de prensa de la Presidencia. Para los ciudadanos que el gobierno no ha podido convencer estamos al borde de una crisis del sistema, la cual tiene el potencial de remover los cimientos de nuestra nación con consecuencias altamente perjudiciales para todos.

Todavía hay tiempo para recapacitar y retomar el camino democrático, evitando así el inicio de una serie de eventos sobre los cuales nadie tendrá control. Es cierto que en nuestro Panamá hay una enorme y muy justificada sed de justicia y me declaro colaborador de cualquiera que tenga como objetivo lograrla, pero esa justicia debe ser alcanzada dentro del orden y el imperio de la ley. De cualquier otra forma, el remedio será mucho peor que la enfermedad.

QUE ESTÉN BIEN!!

sábado, 23 de enero de 2010

DEL FIS NACERÁ EL NUEVO PANAMA

Tratemos de limpiar un poco la escena y quedémonos con lo realmente importante. Para esto, creo que lo mejor es hacer una listita de cosas que pueden provocar curiosidad, morbo o hasta diversión, pero que nos distraen del tema central:

  1. Quién ordenó la consultoría?
  2. Qué intenciones tenía esa consultoría?
  3. Cómo iban a ser utilizados realmente los resultados?
  4. Quién filtró la información a La Prensa?
  5. Por qué la filtró?
  6. Si estaba lista desde octubre, por qué ocultaron sus resultados?
  7. Quién es López Consultores?
  8. Qué relación tenía Tamburrelli con ellos?
  9. Es Tamburrelli héroe, villano o tonto útil?

Y podría agregar muchas interrogantes más, tan entretenidas como la mejor novela, pero que nos quitan tiempo precioso que necesitamos para avanzar.

Lo que sí importa es que producto de la información que ha hecho pública el diario La Prensa, independientemente de cuáles sean los intereses de cada uno o de cuáles fuesen sus intenciones originales, el único camino posible es una investigación por parte de la Contraloría General de la República. Muchos especulan, por razones de la relación de dependencia que tuvo la persona que regenta esa institución de fiscalización con el actual jefe del Ejecutivo, que esa investigación podría no ser objetiva y/o efectiva. Por el bien del país, espero que esa preocupación no se materialice y que todo se haga de acuerdo a lo que prescribe la ley y con la imparcialidad debida. También importa el hecho de que por primera vez tenemos un escandalo "objetivo y democrático", es decir, uno que involucra a TODOS los partidos y a muchas administraciones.

En beneficio de la transparencia pienso que tenemos una especie de garantía y la misma consiste en que el diario La prensa ya investigó todo el caso y tienen en su poder gran cantidad de información que no han publicado. Por lo tanto, si alguien trata de ocultar cosas en beneficio de personas en particular, creo que va a quedar al descubierto de manera inmediata e inequívoca. Después de todo, La Prensa ha puesto todo su prestigio en juego. Si sus aseveraciones (recordemos que ellos no sólo han informado sino que han calificado los hechos como fraude) resultan falsas no creo que vuelvan a tener la credibilidad de la que sin duda alguna gozan actualmente. Adicionalmente, si en efecto hay tantos involucrados como pareciera, en la medida que unos vayan "cayendo" no van a dejar que otros se salven y si fuese cierto que hay gente del gobierno con ganas de proteger a personas que presuntamente participaron en malos manejos, esas intenciones se desvanecerán rápidamente cuando comprueben que la movida los puede hundir junto con sus protegidos.

Pero lo medular es que pase lo que pase, sólo tomando en cuenta lo que ya se sabe, NADIE puede ni podrá argumentar que el sistema de clientelismo político es positivo y mucho menos que podemos continuar con el mismo. El FIS es sólo la materialización de una realidad que nos viene mermando nuestra capacidad de progreso por más de un siglo de vida republicana y eso es el clientelismo a su máxima expresión. Por eso digo que de este cataclismo político que se ha iniciado y que pienso que afortunadamente ya nadie puede controlar, nacerá el nuevo Panamá. Un Panamá en el que todos los votantes entendamos que no podemos centrar nuestras esperanzas en los candidatos que regalan tonterías con nuestro propio dinero, sino que debemos analizar y entender quiénes son los más capaces, los más inteligentes, los más honestos y sobre todo, los mejor intencionados.

Como siempre ocurre con lo verdaderamente bueno, no será fácil sacarle a esta situación todo lo positivo que tiene el potencial de darnos, pero la oportunidad está allí y el aprovecharla depende de nosotros.

QUE ESTÉN BIEN!!

martes, 19 de enero de 2010

PROPONGO UN PACTO NACIONAL

Ayer en el programa de radio La Platea (lunes y miércoles de 6:00 a 7:00 pm por los 94.5 FM-Radio Panamá) estábamos comentando sobre las terribles situaciones que aquejan a nuestros hermanos haitianos y además sobre el resultado de las elecciones presidenciales en Chile.

Mencioné que era interesante que aunque afortunadamente Panamá está mucho más cerca de la situación chilena que de la haitiana, actualmente nos encontrábamos en una posición intermedia que no era igual a la de ninguno de esos países. Adicionalmente dije que era trabajo de todos los panameños avanzar y llegar a ser el Chile de nuestra región y no permitir que la violencia y el deterioro de todas las relaciones sociales nos llevaran eventualmente a un estado de salvajismo como el que sufren millones de haitianos, producto del cual se hace difícil hasta darles la ayuda más elemental.

Para mi sorpresa y la de mis compañeros de programa, un asiduo oyente encontró en mis palabras no sé qué rasgos de política partidista y llamó para decir que todos los miembros del PRD debíamos estar avergonzados porque si Panamá se parecía a Haití era porque el PRD había gobernado por 30 años. Por unos segundos sentí el impulso de explicarme y adicionalmente de rebatir esa afirmación, sin embargo pronto entendí que eso no contribuiría en nada a lo que yo mismo había propuesto hacía menos de un minuto, es decir, avanzar evitando todo tipo de violencia y de deterioro de nuestras relaciones humanas.

Entonces me hice varias interrogantes, ¿cuánto tiempo y esfuerzo gastamos los panameños en debatir sobre el pasado?, ¿cuánta energía utilizamos en defender o atacar a Omar Torrijos o Arnulfo Arias?, ¿cuántas horas perdemos tratando de convencer a alguien de que la invasión fue mala o buena?. Todas estas preguntas tuvieron la misma respuesta: DEMASIADO y lo peor, sin ningún provecho, pues las visones de cada uno sobre estos temas no van a a cambiar por nada que otro haga. Eso me hizo pensar otra vez en Chile. Un país con tanto avance, pero en el que hoy, como ayer, existe una clara polarización en el tema Pinochet-Dictadura. ¿Cómo lo han logrado? si, al igual que nosotros, existen entre ellos profundas divisiones que no se van a sanjar.

Concluí que sólo hay una forma de llegar a donde han llegado los chilenos, dadas sus circunstancias y eso es, reconociendo los temas en los cuales nunca se van a poner de acuerdo, respetando esas diferencias y poniéndose de acuerdo en todo lo demás.

Esa es la base del trato que propongo a mis compatriotas y que se resume en acciones concretas:
  1. Reconzcamos que no nos vamos a poner de acuerdo sobre las figuras de Omar y Arnulfo o sobre la invasión o el 9 de enero o sobre lo que pasó antes de 1968, entre otras.
  2. Respetemos las opiniones y visiones de cada uno sobre esos acontecimientos.
  3. No perdamos el menor recurso en debatir sobre los temas incluidos en el punto 1.
  4. Pongámonos de acuerdo en todo lo demás, dándole forma de objetivos nacionales.
  5. No generalicemos para dividir el país entre buenos y malos. Reconozcamos que en cada partido político, gremio, religión o clase social hay tanto buena como mala gente y que al más malo se le puede sacar algo bueno.
Sólo controlo lo que yo voy a hacer de aquí en adelante y les aseguro que me esforzaré en cumplir con estos 5 puntitos, pero se los dejo a su consideración y agradezco sus comentarios a favor o en contra.

Dejemos a los muertos descansar y tomemos responsabilidad de nuestro futuro. Que haya diferencias, pero no sobre situaciones en las que la mayoría de nosotros no participó, no sobre objetivos, sino sobre métodos o vias para avanzar y alcanzar esas metas comunes que resultarán en un mejor futuro para nuestros hijos. Si los chilenos pudieron, nosotros también podemos.

QUE ESTÉN BIEN!!

martes, 12 de enero de 2010

CUIDADO CON LA DECEPCIÓN

Cuando un ser humano es decepcionado por primera vez todavía le queda en el sistema mucha capacidad para recuperarse y volver a creer. Lógicamente, si los desengaños continúan se va haciendo más difícil confiar. Lo realmente dañino es que en ese estado el hombre no es efectivo al tomar decisiones. La desconfianza nubla la razón y se puede llegar a escoger la peor opción.


Es por eso que los políticos de hoy deben tener como práctica consciente el evitar que los votantes caigan en ese estado que apaga la luz del entendimiento y abre las puertas a la irracionalidad. Lo vital para lograr ese noble propósito es no tratar de engañar a nadie. Y digo que ni siquiera tratar, porque ya la gran mayoría de las personas saben cuando las están tratando de engañar, ya sea con manifestaciones falsas o que "maquillen" la verdad y a veces ese intento es más dañino que el propio engaño.


El doble discurso y el uso de la retórica con propósitos de engaño son de las peores ofensas en contra de la credibilidad. Cuando un político dice que algo es malo si lo hace otro, pero trata de justificarlo si lo hace él, perjudica la capacidad de confiar de todos los ciudadanos. Así mismo, el político debe cuidar sus excusas y argumentos, por ejemplo, no debe llamar "error" una acción que se llevó a cabo a sabiendas de que era incorrecta, pues todo el mundo sabe que "error" lleva implícita la falta de malicia y el desconocimiento. Los políticos cometemos un grave ERROR si subestimamos la inteligencia de nuestros interlocutores.


Todas estas conductas llevan a los votantes a tomar decisiones sentimentales más que inteligentes en la próxima oportunidad de escoger a sus gobernantes. Esta es una secuencia de hechos idéntica que se ha dado y se sigue dando a lo largo y ancho del planeta y lamentablemente los resultados siempre han sido desastrosos. Ojalá todos los políticos seamos conscientes de que nuestra actuación de hoy afecta directamente el tipo de gobierno y de sociedad que nuestro país tendrá en el futuro inmediato.


QUE ESTÉN BIEN!!

sábado, 9 de enero de 2010

QUÉ PASÓ EL 9 DE ENERO?

Dependiendo de quién te lo cuente, unos soldados mataron a gente inocente, unos soldados mataron a unos comunistas, unos soldados mataron a un grupo de ladrones, unos soldados mataron a unos patriotas o nadie murió y todo es una farsa de la izquierda.

Lamentablemente, en Panamá hemos tenido mucho más vocación por profundizar en nuestras diferencias que por buscar ese denominador común que siempre existe y que nos puede hacer avanzar a pasos agigantados como sociedad. En el caso particular del 9 de enero de 1964, aunque yo no había nacido, los relatos de los que sí vivían y de los libros de historia me llevan a concluir que muchas cosas ocurrieron a la misma vez.

De seguro murieron personas inocentes, pues por lo menos algunos no portaban armas, muchos de ellos murieron defendiendo un ideal de soberanía de lo que consideraron una afrenta contra la dignidad nacional, de seguro otros quedaron atrapados en el fuego y realmente no murieron defendiendo nada, otros se aprovecharon de la situación y quisieron robar y también murieron y dentro de todo el grupo, con certeza había comunistas, izquierdistas y de muchas otras corrientes políticas. Todas las historias son ciertas, pero los panameños insistimos en defender cada uno la que más nos gusta y eso nos hace perder de vista lo realmente importante.

Esa actitud no nos deja formar nuestra identidad de nación, por eso no nos sentimos orgullosos de nosotros mismos y casi se puede decir que no tenemos héroes nacionales o modelos a seguir.

Para mi lo importante de esta fecha es que un grupo de PANAMEÑOS consideró que una decisión de los norteamericanos, que en esa época ocupaban la zona del canal, era lesiva a la dignidad de Panamá y tuvieron la actitud cívica de manifestarse en contra de ello. No me importa si esos panameños eran comunistas o no, tampoco me importa si la decisión de los norteamericanos era realmente una ofensa o no y mucho menos si desde el punto de vista de la razón valía la pena morir tratando de izar una bandera. Lo que sí me importa es que en 1964 había panameños con sentido de patria, con ideales y con valentía y que muchos de ellos murieron por ello. Podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, pero creo que hay otras que son incontrovertibles y que nos unen.


Sólo hablo de esa parte de los muertos y heridos que luchaban por un ideal de soberanía, no del resto. Me duele la muerte de cualquier ser humano, pero sólo los que mueren por una causa son héroes. Ni siquiera tengo que estar de acuerdo con su causa, el solo hecho de estar dispuestos a darlo todo por ella los hace héroes de la misma.


Ojalá en adelante podamos separar el polvo de la paja y concentrarnos y darle valor a lo que importa, a lo que nos hace grandes, a lo que nos une. Quisiera que, por ejemplo, en el futuro se conmemoren oficialmente fechas tan importantes como esta, para que demos testimonio a las nuevas generaciones de que sí hubo y sigue habiendo panameños buenos, decentes, valientes, héroes dignos de imitar. Es triste que en los últimos 20 años todos los gobiernos se hayan limitado a prohibir que se toque música alegre en las emisoras y que se venda licor. Estas medidas son ridículas, pues todo lo que producen es gente frustrada que no entiende por qué no se puede "divertir" y que decide violar los vacíos decretos de prohibición. Muy preferible sería educar a todos sobre estos temas y que cada uno tome y oiga lo que le dé la gana. Mejor un panameño alegre pero con dignidad, orgullo e identidad que uno aburrido y vacío.


El 9 de enero de 1964 pasaron muchas cosas, buenas regulares y malas, pero lo significativo es que ese día produjo algunos héroes de la patria que con su sacrificio contribuyeron a que 36 años después, la potencia más grande del mundo nos devolviera lo que era nuestro.


QUE ESTÉN BIEN!!

miércoles, 6 de enero de 2010

EL ATAQUE NO ES CONTRA LA PROCURADORA

En mi ejercicio de casi tres años como Director de la Policía Nacional tuve importantes diferencias de criterio con la señora Procuradora General de la Nación. Lo dejo hasta allí para no entrar en detalles que no aportan nada a lo que quiero comunicar, pero menciono el hecho con la intención de quede claro que no soy "fanático" de Ana Matilde Gómez y que no tengo razón alguna para defenderla a título personal.

No pretendo entrar en las especulaciones de quién está detrás de las acciones que se han propuesto en contra de la Procuradora, pues eso sería especular. El hecho cierto es que el Procurador General de la Adminstración encargado ha solicitado a la Corte Suprema de Justicia algunas medidas que no sólo ponen en peligro el ejercicio efectivo de las atribuciones de todos los funcionarios del país, sino que demuestran un desconocimiento o una falta de apego y respeto a los principios que rigen la ciencia del Derecho.

A la Procuradora se le está procesando por haber conducido una investigación contra un fiscal a quien un particular acusó de pedirle una coima. El acusador autorizó a la Procuradora para que pincharan su teléfono, con el objetivo de que las autoridades pudiesen escuchar de primera mano las solicitudes indebidas del fiscal. Eso se hizo y además, de acuerdo con lo que reposa en el expediente, el fiscal fue sorprendido infraganti cuando recibía la coima. Posteriormente el fiscal, quien todavía tiene ese caso pendiente de audiencia, pidió a la Corte que declarase ilegal el "pinchazo". Hasta ese momento, las normas que regulaban las escuchas telefónicas nunca habían sido interpretadas por La Corte Suprema, por lo que lo único que hizo la Procuradora fue cumplir con su deber constitucional y legal, es decir, aplicar la norma como ella consideró que era correcto. Entonces la Corte, de manera posterior y a solicitud del Fiscal acusado de recibir coimas, le aclaró a la Procuradora que su interpretación no era la correcta. Hasta ese momento todo se manejó de forma regular y apropiada.

Lo inverosímil y antijurídico es que la Procuraduría de la Administración haya tomado el citado fallo de la Corte como base para iniciar un proceso penal contra la Procuradora General de la Nación, pues en ese fallo no se habla de dolo, por el contrario, lo único que hacen los Magistrados es comunicarle a la Procuradora que se equivocó.

Este es el punto central de mi preocupación, pues si el exabrupto de la Procuraduría de la Administración se acepta como correcto, todos los funcionarios del país estarán en riesgo de cárcel por sólo cometer equivocaciones normales y propias del ejercicio de cualquier actividad.

Lo positivo para el país es que yo no he escuchado a nadie defender, desde el punto de vista jurídico, la actuación de la Procuraduría de la Administración, sin embargo, hay quienes han sugerido que aunque ese caso no tenga sustento de todos modos se debe sacar a la Procuradora, pues ella ha cometido otros errores o conductas que sí lo ameritan. A esas personas les pido que tengan cuidado, pues pueden estar labrando una suerte igual para ellos mismos en el futuro.

Como dije antes, tengo muchas diferencias de criterio con la señora Ana Matilde Gómez, inclusive concuerdo con algunas opiniones negativas con respecto a su desempeño, pero no por ello puedo consentir que se violen sus derechos y mucho menos representando ella en este momento a una institución tan vital para el país. Si alguien tiene otra acusación que amerite su separación, que la presente y que se le den a ella todas las garantías del debido proceso para defenderse.

El fin nunca justifica los medios, por lo que una "justicia" obtenida mediante la violación de la ley no es justicia y por tanto no trae la paz que la verdadera justicia conlleva.

EL ATAQUE ES CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, EL DERECHO Y EL ESTADO DEMOCRÁTICO.

QUE ESTÉN BIEN!!

martes, 5 de enero de 2010

INJERENCIAS PELIGROSAS

No sólo es dañina la injerencia de un órgano del Estado en las labores de otro, también existen en el Estado de Derecho otros factores de poder, como los medios de comunicación, que deben respetar la independencia de cada uno de esos órganos.

Me es extremadamente difícil utilizar nombres propios en este blog, pues ello podría (digamos que en la mayoría de los casos) afectar mi intención de no personalizar los temas. Sin embargo, en el caso que me ocupa hoy, lamentablemente no me queda otra opción, pues si generalizo estaría afectando a otros.

Creo profundamente en la libertad de expresión y en el papel de los medios de comunicación social de informar a la ciudadanía sobre todos aquéllos aspectos importantes de la vida nacional e internacional, en especial de los que algunos prefieren ocultar. Sin embargo, hasta ese importante cometido debe cumplirse siguiendo reglas de conducta y respetando las normas y principios del Estado de Derecho.

Lamentablemente, en el día de ayer el Diario La Prensa expresó en su espacio "hoy por hoy" unas pocas pero contundentes palabras que constituyen una injerencia directa e indebida sobre el Órgano Judicial y el Ministerio Público, lo que debe denunciarse pues nos pone a todos los ciudadanos en un potencial riesgo de ser juzgados fuera del sistema judicial, es decir, fuera de las reglas del Estado de Derecho.

El citado espacio inicia informando sobre la condena a 25 años de prisión dictada por el máximo tribunal de justicia peruano contra el ex presidente Alberto Fujimori y también menciona la condena al ex presidente tico Rafael Calderón. Luego relata cómo en Panamá hay un ex presidente y varios ex ministros investigados por la presunta comisión de delitos durante su ejercicio del poder. Hasta aquí no existe nada precaminoso, por el contrario, se habla de hechos objetivos y comprobables y se acepta que las citadas condenas fueron dictadas por tribunales. Sin embargo, tras el pedido razonable y positivo de que en esos casos los jueces y fiscales panameños actúen en apego a la ley, pasan a "exigir" que se acabe la época de la impunidad. Esa pequeña frase, vista en el contexto del escrito, no es más que una comunicación a jueces como a fiscales de que están obligados a condenar a los acusados. Para rematar, el escrito termina sentenciando que si esos funcionarios se atienen a la ley, llamada por el escritor específicamente "legalismos", no habrán cumplido su reto con hidalguía y habrán actuado ocultos en las sombras. Es decir, los jueces y los fiscales serán buenos en la medida en que consigan condenas, inclusive pasando por encima de la ley.

Si este fuese un pronunciamiento aislado, podríamos pensar en una equivocación, pero lamentablemente hemos visto cómo de manera sistemática este medio en particular se ha convertido en juez inquisidor, papel que no le corresponde en una verdadera democracia.

No defiendo a ninguna de las personas acusadas, de hecho, inclusive he criticado a la dirigencia de mi propio partido por realizar una defensa a ultranza de esos casos siendo imposible que tengan certeza de la inocencia de los copartidarios involucrados. Estoy plenamente de acuerdo con que cualquiera, haya ejercido la posición que sea, pueda ser indagado e investigado. Pero defiendo el principio de que a toda persona que se acuse se le respete el debido proceso y se le permita ser juzgada en derecho.

Lo que este diario viene haciendo son juicios y condenas fuera del sistema legal, sin reglas y sin posibilidad de defensa para los acusados y eso nos pone en riesgo a todos, independientemente del partido o gremio al que pertenezcamos.

Si permitimos abusos contra otro, estamos abriendo la puerta para abusos contra nosotros mismos. Como ya he mencionado anteriormente, la historia humana está llena de ejemplos en los que se ha permitido o aplaudido la violación de la ley escrita con la justificación de que ello resultará en la consecución de la justicia. Lamnetablemente, en todos los casos, sin excepción, el balance ha sido abrumadoramente negativo, pues eventualmente y siempre más temprano que tarde, aquéllos a quienes se les concedió "la licencia" empiezan a abusar de ella. El fin nunca justifica los medios.

QUE ESTÉN BIEN!!

lunes, 4 de enero de 2010

DE AGENDAS Y SOLUCIONES

Bienvenidos de vuelta al día a día estimados "blogeros". Vivimos en un mundo y en particular en una sociedad áltamente concentrada en lo que los noticieros llaman "la última hora". La tecnología al servicio de las comunicaciones permite que todo se sepa en "tiempo real", lo cual es positivo, pero si no controlamos nuestro apetito por "la última" ello también conlleva potenciales peligros.

En el afán por saber lo nuevo a veces olvidamos que hay temas que requieren de análisis profundo, que hay que llevar más alla de las superficialidades características de las portadas o de los titulares. Así mismo, podemos olvidar que no existe la noticia pura y que cada una de ellas se origina en algun tipo de interés, ya sea comercial, político, económico o de cualquier otra índole.

Como ejemplo, los acontecimientos judiciales que se dieron justo antes de las fiestas de fin de año opacaron por completo una discusión que estaba iniciando y que debió continuar para el bien de nuestra sociedad, con respecto a la escogencia de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, quienes casualmente hoy tomaron posesión.

No pretendo juzgar las acciones del Presidente de la República, pero es un hecho objetivo que casi nadie en nuestro país está de acuerdo con el método actual de escogencia ni con sus resultados. Es responsabilidad de todos no dejar que un tema como este muera al ser eclipsado por "la última", pues el resolver el fondo de este tipo de problema es lo único que nos hará avanzar como sociedad.

Lo peor es que ni los partidos políticos ni los grupos de interés se han preocupado por proponer nada. Creo que ya debían existir varios anteproyectos de reforma al sistema de escogencia de Magistrados y los mismos tendrían que estar en manos del Ejecutivo. Sin embargo, tanto los partidos como los grupos de interés han gastado su tiempo y recursos en atacar y criticar a personas en particular, lo cual puede servir de desahogo para algunos, pero no nos saca del problema.

Por favor, no me interpreten erróneamente. Comparto muchas de las preocupaciones manifestadas en relación a los elegidos, sobre todo el hecho de que ninguno parece contar con la independencia necesaria con respecto al Ejecutivo, sin embargo, estar preocupados y manifestarlo no ayuda, hay que concentrarse en PROPONER y en que no nos impongan LA AGENDA.

QUE ESTÉN BIEN!!