Seguidores

viernes, 7 de mayo de 2010

ALGUIEN ESCUCHA?

A un año y algunos dìas de las màs recientes elecciones presidenciales, puedo observar fenòmenos importantes que indican un cambio de forma de pensar y por lo tanto de exigencias del electorado.

En general se confirma que la gente està cansada de lo que perciben como los polìticos de siempre, definidos como personas mentirosas que ademàs de hablar mucho, hacen poco. Y digo que se confirma porque ya ha pasado suficiente tiempo despuès de las elecciones como para que si los resultados que se dieron hubiesen sido sòlo el producto de una demencia colectiva temporal, tuviesemos una larga lista de arrepentidos, lo cual, por lo menos desde el punto de vista de los resultados de las encuestas, no parece ser el caso.

Los datos publicados indican que la gran mayorìa de las personas considerò y sigue considerando a Martinelli como un polìtico diferente y que por ese solo hecho estàn dispuestos a perdonarle muchas cosas que tal vez a otro le reprocharìan. Escuchando a la gente, concluyo que, entre otras cosas, lo que les hace distinguir positivamente al Presidente es su pragmatismo.

La realidad que reflejan las encuestas debe ser un llamado de atenciòn para todos los polìticos panameños, tanto de gobierno como de oposiciòn. A los primeros los debe hacer conscientes de que la paz, la tranquilidad y el desarrollo del paìs dependen de que ellos satisfagan las altìsimas espectativas que los ciudadanos tienen de su gestiòn y que ellos mismos han ido creando. Muy pronto no bastarà con anuncios y discursos y la ùnica respuesta agradable a la gente seràn resultados concretos.

A la oposiciòn las encuestas nos tienen que llamar a romper con todos los anteriores paradigmas de la polìtica criolla, haciendo de nuestro ejercicio de esa ciencia una actividad mucho màs simple y transparente, fundamentada en la bùsqueda del bien comùn y en nada màs.

Lamentablemente, creo que ninguno de los dos grupos està leyendo el claro mensaje que los habitantes de este paìs nos estàn mandando. El gobierno piensa que puede seguir viviendo del cuento, de los slogans y de las imposiciones arbitrarias y la oposiciòn cree que puede llegar a convertirse en una alternativa viable de poder aplicando los mismos mètodos de antes y presentando como sus representantes a los de siempre o a algunas "caras nuevas" pero de alma vieja, quienes son iguales o peores que los dinosaurios.

Si seguimos en la direcciòn actual tendremos a un pueblo frustrado al lìmite, producto de una desilusiòn màs, que peligrosamente no tendrà esperanzas en un futuro cambio por la via democràtica. Este serà el caldo de cultivo perfecto para experimentos polìticos tan nefastos como los que hemos visto darse en paìses tan cercanos como Venezuela.

El pueblo hablò y sigue hablando alto y claro, si los polìticos no queremos escuchar, seremos los ùnicos responsables de los males que ello pueda traer.

QUE ESTÈN BIEN!!

1 comentario:

gruiloba dijo...

Muy atinado tu plantiamiento. En mi opinion muy particular, pienso que el pueblo en general sigue distraido con la propaganda y los slogans gubernamentales. Para mi los resultados de las encuestas (con relación a Martinelli) son el reflejo de un pueblo que sigue perdido entre telenovelas y prensa amarillista, y que sigue esperando a su Robin Hood.