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martes, 5 de enero de 2010

INJERENCIAS PELIGROSAS

No sólo es dañina la injerencia de un órgano del Estado en las labores de otro, también existen en el Estado de Derecho otros factores de poder, como los medios de comunicación, que deben respetar la independencia de cada uno de esos órganos.

Me es extremadamente difícil utilizar nombres propios en este blog, pues ello podría (digamos que en la mayoría de los casos) afectar mi intención de no personalizar los temas. Sin embargo, en el caso que me ocupa hoy, lamentablemente no me queda otra opción, pues si generalizo estaría afectando a otros.

Creo profundamente en la libertad de expresión y en el papel de los medios de comunicación social de informar a la ciudadanía sobre todos aquéllos aspectos importantes de la vida nacional e internacional, en especial de los que algunos prefieren ocultar. Sin embargo, hasta ese importante cometido debe cumplirse siguiendo reglas de conducta y respetando las normas y principios del Estado de Derecho.

Lamentablemente, en el día de ayer el Diario La Prensa expresó en su espacio "hoy por hoy" unas pocas pero contundentes palabras que constituyen una injerencia directa e indebida sobre el Órgano Judicial y el Ministerio Público, lo que debe denunciarse pues nos pone a todos los ciudadanos en un potencial riesgo de ser juzgados fuera del sistema judicial, es decir, fuera de las reglas del Estado de Derecho.

El citado espacio inicia informando sobre la condena a 25 años de prisión dictada por el máximo tribunal de justicia peruano contra el ex presidente Alberto Fujimori y también menciona la condena al ex presidente tico Rafael Calderón. Luego relata cómo en Panamá hay un ex presidente y varios ex ministros investigados por la presunta comisión de delitos durante su ejercicio del poder. Hasta aquí no existe nada precaminoso, por el contrario, se habla de hechos objetivos y comprobables y se acepta que las citadas condenas fueron dictadas por tribunales. Sin embargo, tras el pedido razonable y positivo de que en esos casos los jueces y fiscales panameños actúen en apego a la ley, pasan a "exigir" que se acabe la época de la impunidad. Esa pequeña frase, vista en el contexto del escrito, no es más que una comunicación a jueces como a fiscales de que están obligados a condenar a los acusados. Para rematar, el escrito termina sentenciando que si esos funcionarios se atienen a la ley, llamada por el escritor específicamente "legalismos", no habrán cumplido su reto con hidalguía y habrán actuado ocultos en las sombras. Es decir, los jueces y los fiscales serán buenos en la medida en que consigan condenas, inclusive pasando por encima de la ley.

Si este fuese un pronunciamiento aislado, podríamos pensar en una equivocación, pero lamentablemente hemos visto cómo de manera sistemática este medio en particular se ha convertido en juez inquisidor, papel que no le corresponde en una verdadera democracia.

No defiendo a ninguna de las personas acusadas, de hecho, inclusive he criticado a la dirigencia de mi propio partido por realizar una defensa a ultranza de esos casos siendo imposible que tengan certeza de la inocencia de los copartidarios involucrados. Estoy plenamente de acuerdo con que cualquiera, haya ejercido la posición que sea, pueda ser indagado e investigado. Pero defiendo el principio de que a toda persona que se acuse se le respete el debido proceso y se le permita ser juzgada en derecho.

Lo que este diario viene haciendo son juicios y condenas fuera del sistema legal, sin reglas y sin posibilidad de defensa para los acusados y eso nos pone en riesgo a todos, independientemente del partido o gremio al que pertenezcamos.

Si permitimos abusos contra otro, estamos abriendo la puerta para abusos contra nosotros mismos. Como ya he mencionado anteriormente, la historia humana está llena de ejemplos en los que se ha permitido o aplaudido la violación de la ley escrita con la justificación de que ello resultará en la consecución de la justicia. Lamnetablemente, en todos los casos, sin excepción, el balance ha sido abrumadoramente negativo, pues eventualmente y siempre más temprano que tarde, aquéllos a quienes se les concedió "la licencia" empiezan a abusar de ella. El fin nunca justifica los medios.

QUE ESTÉN BIEN!!

1 comentario:

NORIS VEGA dijo...

Hola Rolando...lamentablemente hemos visto como en nuestro pais la libertad de expresion se a convertido en libertinaje y el fin justifica los medios al momento de que los medios de comunicacion consigan ese tan anhelado gran rating...puedo decir sin temor a equivocarme "que faltos de valores y llenos de doble moral son los que estan al frente de los medios de comunicacion....Directores de Medios, accionistas, duenos...que pena!!"