En mi ejercicio profesional y político he participado activamente en tres reformas, algunas tributarias y otras fiscales, dos desde posiciones en el Ministerio de Hacienda y luego el de Economía y Finanzas y otra más como representante del mayor partido político de oposición de aquél momento.
Habiendo apoyado en el pasado otras reformas como funcionario, sería inmoral ahora decir que porque no estoy en gobierno la actual reforma es mala. No obstante, pienso que sí tengo derecho a analizar si la misma se justifica o no.
Sin embargo, no puedo dar la espalda a la realidad y dado que pareciera que la "discusión" está pronta a culminar en la asamblea, me permito compartir con ustedes algunas consideraciones sobre el contenido de la reforma propuesta por el gobierno para luego ir a lo que es lo realmente importante:
- La reforma propuesta, contrario a lo que dice expresamente la propaganda pautada por el gobierno NO es fiscal, sino tributaria, pues nada estipula con respecto al gasto público.
- La reforma sí rebaja el Impuesto Sobre la Renta, pero vale agregar que este impuesto hoy en día está excento para más del 90% de los contribuyentes.
- Al reducido porcentaje de contribuyentes que se vean beneficiados por la rebaja del ISR le tocará devolver al Estado una suma superior, via el aumento del ITBMS. De lo contrario la reforma no tendría sentido, siendo su objetivo declarado aumentar la recaudación.
- El pueblo o las personas con menor capacidad adquisitiva sí consumen y mucho más que en otros países, por lo que sí se verán afectados por el aumento del ITBMS, ya sea de forma directa o indirecta.
- Ese sector de bajos ingresos recibirá el golpe financiero sin ninguna protección, pues ellos ya están exentos del Impuesto Sobre la Renta, por lo que la rebaja del mismo no les beneficia en nada.
- La decisión de aumentar el ITBMS se basa únicamente en que es el impuesto más fácil de cobrar y más difícil de evadir. No es cierto que se trate de un impuesto "justo", pues todos los técnicos y expertos, así como la literatura pertinente lo reconoce como un típico impuesto regresivo, es decir, injusto para los que menos ingresos producen.
- Esta reforma no elimina el CAIR, sólo le cambia el nombre, hace que su pago sea por adelantado y lo aplica a quienes ya de por sí no calificaban para pagar por el método tradicional. Es decir, se le elimina sólo a aquéllos que nunca lo pagaron.
No considero que las características enumeradas hagan a la reforma mala o buena, se trata únicamente de una descripción. Para calificar la reforma, entendiendo que la misma va a sacar dinero de las manos de los ciudadanos para ponerlas en las del gobierno, lo vital es determinar si esta transferencia de dinero de un bolsillo al otro es justificable o no.
Nos llegó la hora de perder la inocencia y despertar a la realidad de que cada una de las promesas de campaña del gobierno tiene precio y que además ese precio no lo pagará nadie por nosotros. Si queremos que se cumplan esas promesas tenemos que pagar con nuestro propio dinero. El Metro no lo pagará el gobierno, tampoco paga el gobierno los 100 a los 70 ni las becas y mochilas escolares y mucho menos los 5 millones para poder ir al mundial de fútbol 2014.
Siendo nuestro dinero el que se va a gastar, justo es que cada uno haga su análisis costo/beneficio y decida si estas son buenas ideas o no, pero lo más importante es que manifieste públicamente su conclusión, sea cual sea. Si no lo hacemos, otro decidirá por nosotros y podríamos terminar pagando por cosas que no queremos, que no hemos pedido o peor, que no nos sirven. No podemos olvidar que nuestros gobernantes han mostrado una tendencia a sacar promesas de la manga cada vez que hay problemas, por lo que es necesario que pongamos en práctica algún tipo de control ciudadano. De otra manera, los costos financieros pudiesen llegar a ser impagables.
Todas las reformas que buscan aumentar ingresos cuestan dinero a los ciudadanos, lo que las hace buenas es que el gasto realizado resuelva necesidades prioritarias. Como lo manifesté en una entrada anterior, lo importante no es cumplir tareas, sino alcanzar objetivos.
QUE ESTÉN BIEN!!
1 comentario:
Bueno, parece que la única verdad que dijo el gobierno actual cuando estaba en campaña es que "Ahora le toca al pueblo" pues coincido contigo que todos los costos del populismo que han emprendido lo pagaran ademas de los asalariados actualmente exentos del I/R y los jubilados.
Ya comenzenazaron las movidas de los juega vivo. Subieron escandalosamente los precios de las medicinas y eso que supuestamente ese renglón no está afectado por el ITBM
Que podemos esperar del resto de los comerciantes y productores ya que ahora los insumos costarán mas.
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