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martes, 19 de enero de 2010

PROPONGO UN PACTO NACIONAL

Ayer en el programa de radio La Platea (lunes y miércoles de 6:00 a 7:00 pm por los 94.5 FM-Radio Panamá) estábamos comentando sobre las terribles situaciones que aquejan a nuestros hermanos haitianos y además sobre el resultado de las elecciones presidenciales en Chile.

Mencioné que era interesante que aunque afortunadamente Panamá está mucho más cerca de la situación chilena que de la haitiana, actualmente nos encontrábamos en una posición intermedia que no era igual a la de ninguno de esos países. Adicionalmente dije que era trabajo de todos los panameños avanzar y llegar a ser el Chile de nuestra región y no permitir que la violencia y el deterioro de todas las relaciones sociales nos llevaran eventualmente a un estado de salvajismo como el que sufren millones de haitianos, producto del cual se hace difícil hasta darles la ayuda más elemental.

Para mi sorpresa y la de mis compañeros de programa, un asiduo oyente encontró en mis palabras no sé qué rasgos de política partidista y llamó para decir que todos los miembros del PRD debíamos estar avergonzados porque si Panamá se parecía a Haití era porque el PRD había gobernado por 30 años. Por unos segundos sentí el impulso de explicarme y adicionalmente de rebatir esa afirmación, sin embargo pronto entendí que eso no contribuiría en nada a lo que yo mismo había propuesto hacía menos de un minuto, es decir, avanzar evitando todo tipo de violencia y de deterioro de nuestras relaciones humanas.

Entonces me hice varias interrogantes, ¿cuánto tiempo y esfuerzo gastamos los panameños en debatir sobre el pasado?, ¿cuánta energía utilizamos en defender o atacar a Omar Torrijos o Arnulfo Arias?, ¿cuántas horas perdemos tratando de convencer a alguien de que la invasión fue mala o buena?. Todas estas preguntas tuvieron la misma respuesta: DEMASIADO y lo peor, sin ningún provecho, pues las visones de cada uno sobre estos temas no van a a cambiar por nada que otro haga. Eso me hizo pensar otra vez en Chile. Un país con tanto avance, pero en el que hoy, como ayer, existe una clara polarización en el tema Pinochet-Dictadura. ¿Cómo lo han logrado? si, al igual que nosotros, existen entre ellos profundas divisiones que no se van a sanjar.

Concluí que sólo hay una forma de llegar a donde han llegado los chilenos, dadas sus circunstancias y eso es, reconociendo los temas en los cuales nunca se van a poner de acuerdo, respetando esas diferencias y poniéndose de acuerdo en todo lo demás.

Esa es la base del trato que propongo a mis compatriotas y que se resume en acciones concretas:
  1. Reconzcamos que no nos vamos a poner de acuerdo sobre las figuras de Omar y Arnulfo o sobre la invasión o el 9 de enero o sobre lo que pasó antes de 1968, entre otras.
  2. Respetemos las opiniones y visiones de cada uno sobre esos acontecimientos.
  3. No perdamos el menor recurso en debatir sobre los temas incluidos en el punto 1.
  4. Pongámonos de acuerdo en todo lo demás, dándole forma de objetivos nacionales.
  5. No generalicemos para dividir el país entre buenos y malos. Reconozcamos que en cada partido político, gremio, religión o clase social hay tanto buena como mala gente y que al más malo se le puede sacar algo bueno.
Sólo controlo lo que yo voy a hacer de aquí en adelante y les aseguro que me esforzaré en cumplir con estos 5 puntitos, pero se los dejo a su consideración y agradezco sus comentarios a favor o en contra.

Dejemos a los muertos descansar y tomemos responsabilidad de nuestro futuro. Que haya diferencias, pero no sobre situaciones en las que la mayoría de nosotros no participó, no sobre objetivos, sino sobre métodos o vias para avanzar y alcanzar esas metas comunes que resultarán en un mejor futuro para nuestros hijos. Si los chilenos pudieron, nosotros también podemos.

QUE ESTÉN BIEN!!

3 comentarios:

Unknown dijo...

es lo que trato de decir desde el principio. todos somos Panamá. el pasado lo recordamos para no repetir los errores, no para culpar a nadie. y todos debemos aportar lo que este en nuestro poder para tener un mejor futuro.

Unknown dijo...

Me parece una propuesta objetiva y muy sensata, pero mi interrogante es si los actores involucrados cuentan con la suficiente voluntad política para emprender semejante iniciativa y si han alcanzado la madurez y entereza necesarias para entender que dicho pacto implica también deposición y sacrificio de intereses particulares en pos del bien común de nuestra sociedad. Francamente lo dudo.

Rolando A. Mirones Jr. dijo...

Pedro:

Tu comentario muestra una preocupación sensata y que refleja un sentimiento generalizado. Precisamente porque la mayoría de los actuales actores involucrados actualmente no muestran señales de poder actuar de esta forma, es necesario que otros nos involucremos y que la población votante entienda que si queremos crecer como país y como sociedad ya no podemos votar por los "regaladores", sino por los pensadores y hacedores de bien.