El pronunciamiento público que realizó ayer mi Partido, sigue dejando en evidencia la falta de contacto que nuestra dirigencia tiene con el querer de los miembros de la sociedad a la cual debe servir. Si bien comprendo y comparto algunas de las preocupaciones manifestadas en el comunicado y estoy conciente de que se han dado actuaciones gubernamentales dignas de alarma, considero que por el lenguaje utilizado y ciertas omisiones intencionadas, todo lo que los ciudadanos escucharon fue un discurso de barricada sin mayor sustento.
La ciudadanía clama justicia y en vez de abogar porque esa justicia se dé, pero sin selectividad y siempre respetando estrictamente la institucionalidad democrática, así como los derechos y garantías de los acusados, nos quedamos en epítetos y exageraciones que sólo restan a la ya maltrecha credibilidad del Partido, apelando nuevamente a un Torrijismo que más del 60% de la población votante nunca vivió y para quienes por lo tanto es desconocido e irrelevante.
Mientras continuemos con una mentalidad, un método y un lenguaje propios del siglo pasado, no seremos opción para el futuro. El pueblo y sus necesidades han evolucionado y nosotros qué?
QUE ESTÉN BIEN!!
Seguidores
miércoles, 30 de diciembre de 2009
PEQUEÑOS PASOS POSITIVOS HACIA EL FIN DE LA IMPUNIDAD
Poco a poco se va aclarando el panorama y podemos ver con más certeza hacia dónde nos dirigimos. Por ahora, aunque es muy prematuro concluir algo, el saldo es ligeramente positivo. De los retos que ayer mencioné que tiene el Ministerio Público para demostrar que sus recientes acciones están bien intencionadas, ha superado parcialmente uno.
Las actuación de dicha entidad anoche, protagonizada por el fiscal de la causa, se mantuvo dentro de la lógica jurídica y de las costumbre y usos del foro panameño. Si bien fue ilógica la orden de conducción directa dictada contra alguien que no había incumplido ni siquiera una citación, prevaleció la razón cuando el funcionario no cedió a las presiones mediáticas de imponerle la medida cautelar más grave a quien, desde el punto de vista de la práctica judicial consuetudinaria, no debía sufrirla en este momento.
Digo que estos hechos arrojan un saldo positivo porque se han respetado las normas y garantías constitucionales y legales del acusado y al mismo tiempo se ha creado un precedente de que en Panamá se puede investigar a cualquier persona.
Ahora falta que entendamos que investigar y condenar no son sinónimos. Todos los investigados deben tener pleno derecho a defenderse y a que se reconozca públicamente su inocencia si no se les puede demostrar su culpabilidad.
Pero esos pasos hacia la justicia de calidad que todos queremos y que tanto necesitamos no sólo deben ser tomados por el Ministerio Público y por el gobierno, pues todos los ciudadanos, grupos organizados, empresas y la sociedad en su conjunto debemos poner nuestro grano de arena. En este caso específico, algunos medios de comunicación escritos deben comprender y aceptar que no es sano que quieran usurpar las funciones del Ministerio Público y del órgano Judicial. Hay medios escritos que abiertamente han abandonado su sagrado deber de informar y lo han sustituído por el interés de forzar las opiniones e intereses de personas particulares sobre el colectivo. Así como no es bueno que el órgano Ejecutivo tenga injerencia en la aplicación de la justicia, tampoco lo es el que un medio pretenda erigirse en juez de la sociedad y condenar a quien le parezca apropiado.
Todos debemos permitir que tanto fiscales como jueces decidan las causas y evitar ejercer sobre ellos presiones indebidas. Sólo así lograremos una verdadera justicia y la paz y la tranquilidad que eso conlleva. Sólo así tendremos procesos imparciales y transparentes que permitan la condena de los verdaderos culpables.
Le quedan muchas cosas pendientes al Ministerio Público, pero muy importante es el demostrarnos que no hay selectividad a la hora de escoger a los investigados y que por tanto, a todos los supuestos escándalos y denuncias publicados en los últimos años se les dará igual trato que a los que han decidido ventilar primero.
QUE ESTÉN BIEN!!
Las actuación de dicha entidad anoche, protagonizada por el fiscal de la causa, se mantuvo dentro de la lógica jurídica y de las costumbre y usos del foro panameño. Si bien fue ilógica la orden de conducción directa dictada contra alguien que no había incumplido ni siquiera una citación, prevaleció la razón cuando el funcionario no cedió a las presiones mediáticas de imponerle la medida cautelar más grave a quien, desde el punto de vista de la práctica judicial consuetudinaria, no debía sufrirla en este momento.
Digo que estos hechos arrojan un saldo positivo porque se han respetado las normas y garantías constitucionales y legales del acusado y al mismo tiempo se ha creado un precedente de que en Panamá se puede investigar a cualquier persona.
Ahora falta que entendamos que investigar y condenar no son sinónimos. Todos los investigados deben tener pleno derecho a defenderse y a que se reconozca públicamente su inocencia si no se les puede demostrar su culpabilidad.
Pero esos pasos hacia la justicia de calidad que todos queremos y que tanto necesitamos no sólo deben ser tomados por el Ministerio Público y por el gobierno, pues todos los ciudadanos, grupos organizados, empresas y la sociedad en su conjunto debemos poner nuestro grano de arena. En este caso específico, algunos medios de comunicación escritos deben comprender y aceptar que no es sano que quieran usurpar las funciones del Ministerio Público y del órgano Judicial. Hay medios escritos que abiertamente han abandonado su sagrado deber de informar y lo han sustituído por el interés de forzar las opiniones e intereses de personas particulares sobre el colectivo. Así como no es bueno que el órgano Ejecutivo tenga injerencia en la aplicación de la justicia, tampoco lo es el que un medio pretenda erigirse en juez de la sociedad y condenar a quien le parezca apropiado.
Todos debemos permitir que tanto fiscales como jueces decidan las causas y evitar ejercer sobre ellos presiones indebidas. Sólo así lograremos una verdadera justicia y la paz y la tranquilidad que eso conlleva. Sólo así tendremos procesos imparciales y transparentes que permitan la condena de los verdaderos culpables.
Le quedan muchas cosas pendientes al Ministerio Público, pero muy importante es el demostrarnos que no hay selectividad a la hora de escoger a los investigados y que por tanto, a todos los supuestos escándalos y denuncias publicados en los últimos años se les dará igual trato que a los que han decidido ventilar primero.
QUE ESTÉN BIEN!!
martes, 29 de diciembre de 2009
LlEGO EL FIN DE LA IMPUNIDAD? II
Para que el gobierno, específicamente el órgano Ejecutivo, demuestre que su actuar se aleja de las acusaciones y especulaciones que mencioné al final de la primera entrega sobre este tema, debe mantenerse al margen de lo que ocurre. Ya son comunes las expresiones populares de que el gobierno está haciendo lo correcto. Esa afirmación indica una distorsión total de los roles de cada órgano del Estado. Si aceptáramos esa propuesta, habríamos de consentir que el órgano Ejecutivo se encuentra en estos momentos ejerciendo las funciones del Ministerio Público, lo cual sería incorrecto, peligroso y por encima de todo, INCONSTITUCIONAL.
Lamentablemente, la impresión de una injerencia indebida sobre el Ministerio Público no parte sólo de los comentarios de la gente de a pie. En lo que va del día he escuchado a varios funcionarios del gobierno tratando de identificar las recientes acciones que se han dado contra ex funcionarios como "logros" de su administración. Creo que estas personas han hablado sin pensar y alguien les debe explicar que, de acuerdo con la Constitución y la Ley, el Ministerio Público no es parte de la administración y en este caso puntual, su cabeza ni siquiera fue nombrada por el actual órgano Ejecutivo. Por tanto, cualquier avance que los últimos acontecimientos puedan significar, si se están respetando las reglas de separación de los poderes, sólo puede ser atribuído al propio Ministerio Público, que es el mismo que ejercía funciones cuando el Presidente de la República era Martín Torrijos Espino.
En el caso de las acusaciones de que aquí existe una motivación de "circo" para el pueblo, toca al Ministerio Público dejar claro que no está siendo motivado ni manipulado desde afuera. Para ello, sería importante que se mantengan las reglas de juego escritas y no escritas, es decir, que en sus decisiones prevalezca el sentido común y la práctica jurídica consuetudinaria en Panamá. Llama la atención, por ejemplo, que en estos casos se han girado órdenes de conducción automáticas contra personas que nunca fueron citadas ni siquiera una vez. En cambio, en uno de los casos del alcalde capitalino se le citó tres o cuatro veces, incumplió todas las citaciones y nunca fue ordenada su conducción. Igualmente extraño a la práctica judicial común es el hecho de que en todos los casos se ha utilizado la medida cautelar más grave, es decir, la detención preventiva, siendo del conocimiento de los fiscales que, existiendo en Panamá la presunción de inocencia, la detención preventiva sólo debe ser empleada en última instancia y contra personas que pongan en peligro la integridad de los demás o hayan demostrado que tienen intenciones de evadir el proceso que se les sigue. Vale destacar que este es el caso de Belgis Castro, quien se merece plenamente el tratamiento que se la ha dado, por haber violado, en menos de 24 horas, la medida cautelar que reemplazó su detención.
Finalmente, es vital para su credibilidad que el Ministerio Público demuestre con hechos que no está "escogiendo" o "seleccionando" de manera subjetiva a las personas que investiga. Acusaciones, comentarios e informaciones similares a los publicados en los últimos meses en varios medios de comunicación y que dieron origen a estas investigaciones, han sido de conocimiento público por años. Habiéndose decidido el Ministerio Público a actuar sobre esa base, ahora su credibilidad depende de que haga lo mismo en todos los casos y se ponga a revisar las hemerotecas y archivos pertinentes.
Este capítulo de nuestra historia sólo comienza, pero por ahora creo firmemente que si el gobierno nacional y el Ministerio Público hacen lo correcto, podemos tener la esperanza de que este sea el inicio del fin de la impunidad.
QUE ESTÉN BIEN!!
Lamentablemente, la impresión de una injerencia indebida sobre el Ministerio Público no parte sólo de los comentarios de la gente de a pie. En lo que va del día he escuchado a varios funcionarios del gobierno tratando de identificar las recientes acciones que se han dado contra ex funcionarios como "logros" de su administración. Creo que estas personas han hablado sin pensar y alguien les debe explicar que, de acuerdo con la Constitución y la Ley, el Ministerio Público no es parte de la administración y en este caso puntual, su cabeza ni siquiera fue nombrada por el actual órgano Ejecutivo. Por tanto, cualquier avance que los últimos acontecimientos puedan significar, si se están respetando las reglas de separación de los poderes, sólo puede ser atribuído al propio Ministerio Público, que es el mismo que ejercía funciones cuando el Presidente de la República era Martín Torrijos Espino.
En el caso de las acusaciones de que aquí existe una motivación de "circo" para el pueblo, toca al Ministerio Público dejar claro que no está siendo motivado ni manipulado desde afuera. Para ello, sería importante que se mantengan las reglas de juego escritas y no escritas, es decir, que en sus decisiones prevalezca el sentido común y la práctica jurídica consuetudinaria en Panamá. Llama la atención, por ejemplo, que en estos casos se han girado órdenes de conducción automáticas contra personas que nunca fueron citadas ni siquiera una vez. En cambio, en uno de los casos del alcalde capitalino se le citó tres o cuatro veces, incumplió todas las citaciones y nunca fue ordenada su conducción. Igualmente extraño a la práctica judicial común es el hecho de que en todos los casos se ha utilizado la medida cautelar más grave, es decir, la detención preventiva, siendo del conocimiento de los fiscales que, existiendo en Panamá la presunción de inocencia, la detención preventiva sólo debe ser empleada en última instancia y contra personas que pongan en peligro la integridad de los demás o hayan demostrado que tienen intenciones de evadir el proceso que se les sigue. Vale destacar que este es el caso de Belgis Castro, quien se merece plenamente el tratamiento que se la ha dado, por haber violado, en menos de 24 horas, la medida cautelar que reemplazó su detención.
Finalmente, es vital para su credibilidad que el Ministerio Público demuestre con hechos que no está "escogiendo" o "seleccionando" de manera subjetiva a las personas que investiga. Acusaciones, comentarios e informaciones similares a los publicados en los últimos meses en varios medios de comunicación y que dieron origen a estas investigaciones, han sido de conocimiento público por años. Habiéndose decidido el Ministerio Público a actuar sobre esa base, ahora su credibilidad depende de que haga lo mismo en todos los casos y se ponga a revisar las hemerotecas y archivos pertinentes.
Este capítulo de nuestra historia sólo comienza, pero por ahora creo firmemente que si el gobierno nacional y el Ministerio Público hacen lo correcto, podemos tener la esperanza de que este sea el inicio del fin de la impunidad.
QUE ESTÉN BIEN!!
lunes, 28 de diciembre de 2009
LlEGÓ EL FIN DE LA IMPUNIDAD?
Nada puede justificar que alguien se encuentre por encima de la ley. Esa percepción contribuye a la inestabilidad de todo el sistema, pues si no hay certeza del castigo se desanima al correcto y se incentiva al malhechor. De hecho, siempre que elogiamos a países más avanzados nos admiramos de que la ley le aplica por igual a Presidentes, Reyes, funcionarios y hombres comunes y tenemos razón, pues ese tratamiento sólo trae beneficios para quien lo tenga por norma.
Sin embargo, no debemos olvidar que en esos países que admiramos por su aplicación rigurosa y sistemática de las leyes, siempre se respetan las garantías constitucionales y legales de los acusados y como la justicia allá es ciega, no importa de quién se trate.
El día que consintamos que se violen los derechos y garantías de cualquier persona sólo por considerar que en efecto es culpable, estaremos poniendo en peligro nuestra propia libertad. Una vez damos licencia a alguien para violar la ley "en pro de la justicia", estamos aceptando tácitamente que el fin justifica los medios y abriendo la puerta para todo tipo de abusos futuros contra nostros mismos. Afortunadamente, ejemplos de esto hay millones a lo largo de la historia de la humanidad, por lo que hoy podemos aprender de los errores ajenos y de los que nosotros mismos cometimos en el pasado.
Apegarse al procedimiento tiene la gran ventaja de que los verdaderos culpables de actos ilegales no puedan ser sobreseídos por razones técnicas o formalidades, pero además, garantiza que nadie cuestione las motivaciones de los juzgadores.
Muchos comentarios se han escuchado en días recientes en Panamá, entre ellos, acusaciones de selectividad en la escogencia de acusados, de injerencias indebidas, de acciones motivadas en la intención de brindar "circo" al pueblo, etc. Nada de lo dicho pasa de la categoría de especulaciones, sin embargo, por la estabilidad del país, si todo ello es falso el gobierno así debe demostrarlo a través de sus acciones.
Está en sus manos demostrarnos que en efecto llegó el fin de la impunidad y que no se trata del inicio de una época de abusos y manipulación conveniente del sistema de justicia.
QUE ESTÉN BIEN!!
Sin embargo, no debemos olvidar que en esos países que admiramos por su aplicación rigurosa y sistemática de las leyes, siempre se respetan las garantías constitucionales y legales de los acusados y como la justicia allá es ciega, no importa de quién se trate.
El día que consintamos que se violen los derechos y garantías de cualquier persona sólo por considerar que en efecto es culpable, estaremos poniendo en peligro nuestra propia libertad. Una vez damos licencia a alguien para violar la ley "en pro de la justicia", estamos aceptando tácitamente que el fin justifica los medios y abriendo la puerta para todo tipo de abusos futuros contra nostros mismos. Afortunadamente, ejemplos de esto hay millones a lo largo de la historia de la humanidad, por lo que hoy podemos aprender de los errores ajenos y de los que nosotros mismos cometimos en el pasado.
Apegarse al procedimiento tiene la gran ventaja de que los verdaderos culpables de actos ilegales no puedan ser sobreseídos por razones técnicas o formalidades, pero además, garantiza que nadie cuestione las motivaciones de los juzgadores.
Muchos comentarios se han escuchado en días recientes en Panamá, entre ellos, acusaciones de selectividad en la escogencia de acusados, de injerencias indebidas, de acciones motivadas en la intención de brindar "circo" al pueblo, etc. Nada de lo dicho pasa de la categoría de especulaciones, sin embargo, por la estabilidad del país, si todo ello es falso el gobierno así debe demostrarlo a través de sus acciones.
Está en sus manos demostrarnos que en efecto llegó el fin de la impunidad y que no se trata del inicio de una época de abusos y manipulación conveniente del sistema de justicia.
QUE ESTÉN BIEN!!
jueves, 24 de diciembre de 2009
SALARIO MÍNIMO Y ENSEÑANZAS SOBRE OBJETIVOS DE GOBIERNO
Cada lunes y miércoles, entre las 7 y 8 de la noche asisto al programa radial La Platea, dirigido por Mauricio Cort en Radio Panamá (94.5 FM). El miércoles recién pasado tuvimos como invitado al Presidente de CONEP, el ingeniero Gaspar García de Paredes, quien nos ofreció su visión sobre el tema del salario mínimo. Más que una crítica a la decisión tomada por el gobierno, Gaspar expuso lo que considera sería más beneficioso en esta materia para todo el país, es decir, trabajadores, empresarios y sector público. Sabiendo que su posición no fue aceptada por el gobierno y que ellos estuvieron sustentándola por varios meses, me llamó la atención que él se abstuviera de criticar y que por el contrario, se dedicara a seguir proponiendo.
Entonces recordé (vale destacar que con ayuda de Gaspar) las conversaciones que sostuvimos cuando hace algunos años me tocó tenerlo a él mismo como contraparte en la discusión de la reforma fiscal aprobada en el período presidencial anterior. La posición de Gaspar y de su sector era la misma (es decir, propositiva) y yo había actuado de manera muy similar a la que lo ha hecho el actual gobierno. No voy a renegar de lo que hicimos, pues considero que en general la reforma era necesaria y fue lo más justa que la circunstancias permitían, pero la experiencia del miércoles me hizo reflexionar y de allí saqué algunas conclusiones:
1. Los gobiernos deben trabajar para cumplir objetivos y no simplemente para completar tareas.
2. Todos representamos intereses particulares, pero eso no impide que, sin abandonarlos, podamos unirnos y trabajar por intereses comunes.
3. No debemos presumir la mala fe de quienes tienen criterios opuestos a los nuestros.
Les explico brevemente mis tres conclusiones. Un ejemplo de tarea es "aumentar la recaudación", pero un objetivo es realizar inversiones públicas que resuelvan los problemas puntuales de la población, sin conllevar costos excesivos. En el caso particular del salario mínimo, la tarea (súmamente fácil de cumplir) es decretar el aumento, pero el objetivo que se debería querer alcanzar es el de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores pananameños, lo que no necesariamente se va a lograr con tan sólo decretar el aumento de salario.
Con respecto a los puntos 2 y 3, debo decir que el hecho de defender o representar a un sector no implica que una persona sea enemiga de los demás sectores o que no le interese su bienestar. En el caso de los empresarios, si bien es cierto su objetivo final son las ganancias, no menos cierto es que para sus negocios es conveniente que toda la población, incluyendo a sus empleados, tenga mayor poder adquisitivo y sean por lo tanto mejores consumidores. Creo que todos los gobiernos, incluyendo a los dos en los que he participado, han pecado en uno u otro momento de sentirse que son los "buenos" y que sus opositores son "los malos", lo cual es un error y no contribuye al intercambio de ideas que es tan necesario para alcanzar las verdaderas soluciones.
Entiendo ahora que es más productivo asumir que todos queremos lo mejor para el país y evitar la creencia de que tenemos el monopolio de las buenas ideas y de las buenas intenciones.
Siempre que haya nuevos hechos debemos regresar al análisis y valoración de nuestras experiencias y actitudes pasadas, sólo así podemos corregir errores y evolucionar positivamente.
QUE ESTÉN BIEN!!
Entonces recordé (vale destacar que con ayuda de Gaspar) las conversaciones que sostuvimos cuando hace algunos años me tocó tenerlo a él mismo como contraparte en la discusión de la reforma fiscal aprobada en el período presidencial anterior. La posición de Gaspar y de su sector era la misma (es decir, propositiva) y yo había actuado de manera muy similar a la que lo ha hecho el actual gobierno. No voy a renegar de lo que hicimos, pues considero que en general la reforma era necesaria y fue lo más justa que la circunstancias permitían, pero la experiencia del miércoles me hizo reflexionar y de allí saqué algunas conclusiones:
1. Los gobiernos deben trabajar para cumplir objetivos y no simplemente para completar tareas.
2. Todos representamos intereses particulares, pero eso no impide que, sin abandonarlos, podamos unirnos y trabajar por intereses comunes.
3. No debemos presumir la mala fe de quienes tienen criterios opuestos a los nuestros.
Les explico brevemente mis tres conclusiones. Un ejemplo de tarea es "aumentar la recaudación", pero un objetivo es realizar inversiones públicas que resuelvan los problemas puntuales de la población, sin conllevar costos excesivos. En el caso particular del salario mínimo, la tarea (súmamente fácil de cumplir) es decretar el aumento, pero el objetivo que se debería querer alcanzar es el de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores pananameños, lo que no necesariamente se va a lograr con tan sólo decretar el aumento de salario.
Con respecto a los puntos 2 y 3, debo decir que el hecho de defender o representar a un sector no implica que una persona sea enemiga de los demás sectores o que no le interese su bienestar. En el caso de los empresarios, si bien es cierto su objetivo final son las ganancias, no menos cierto es que para sus negocios es conveniente que toda la población, incluyendo a sus empleados, tenga mayor poder adquisitivo y sean por lo tanto mejores consumidores. Creo que todos los gobiernos, incluyendo a los dos en los que he participado, han pecado en uno u otro momento de sentirse que son los "buenos" y que sus opositores son "los malos", lo cual es un error y no contribuye al intercambio de ideas que es tan necesario para alcanzar las verdaderas soluciones.
Entiendo ahora que es más productivo asumir que todos queremos lo mejor para el país y evitar la creencia de que tenemos el monopolio de las buenas ideas y de las buenas intenciones.
Siempre que haya nuevos hechos debemos regresar al análisis y valoración de nuestras experiencias y actitudes pasadas, sólo así podemos corregir errores y evolucionar positivamente.
QUE ESTÉN BIEN!!
miércoles, 23 de diciembre de 2009
TIENE FUTURO EL PRD?
Desde hace meses vengo escuchando a muchos de mis copartidarios decir que el Presidente de la República se ha propuesto destruir el PRD. No tengo manera de saber si eso es cierto, pero lo que sí sé es que de ser verdad, lo estamos ayudando de una manera importante. Por más cómodo que sea echarle la culpa a otra persona de nuestros males, es siempre una actitud contra producente y mediocre.
El PRD sentó la bases de todo lo que hoy le acontece. Primero favoreció el clientelismo y como producto de eso llegaron a posiciones de "dirigencia" personas que no eran las más capacitadas, luego se olvidó de sus bases y de la consulta y abandonó cualquier ejercicio de planificación. Al culminar el ejercicio de gobierno, aunque con más aciertos que errores (desde mi punto de vista), la imagen no era la mejor, pero lo peor, nadie se preparó para tener candidatos viables participando en las elecciones del 09. Fuimos a la contienda con una fórmula que, la gran mayoría (por no ser absoluto y decir TODOS)de los PRD sabíamos que no tenía forma de ganar. Es decir, sin demeritar la efectividad comunicacional de la campaña de la oposición, les facilitamos enormemente el trabajo con nuestra escogencia de candidato.
Pasada la aplastante derrota no hemos sabido entender las causas de la misma y mucho menos enfrentar el proceso necesario para convertirnos en una alternativa para el 2014. Más allá de los méritos indiscutibles de cada dirigente, el país y el propio partido requieren de un nuevo PRD, con nuevas metas y sobre todo, un nuevo método. Las caras visibles de ese partido renovado deben ser personas sin mancha, con un alto nivel intelectual y moral, pero sobre todo, gente con credibilidad y aceptación por parte del pueblo al que deben servir. No se trata de desconocer el espacio que los dirigentes tradicionales se han ganado, sencillamente a ellos les toca ahora jugar otro papel.
De nada sirve el partido, ni a sus miembros ni a la sociedad, si la población, por las razones que sea, duda de la credibilidad de sus representantes. Me preocupa escuchar a miembros del PRD decir, ya sea de manera expresa o velada, que no hay gente nueva para liderar y que quienes ya “se ganaron su espacio” son prácticamente inamovibles. Inclusive si aceptáramos eso de los “espacios ganados”, el insinuar que para ser dirigente sólo importa lo que piensen los miembros del partido es desconocer totalmente el hecho de que el partido existe en función de la sociedad en la que vive y que los integrantes de esa sociedad, por lo tanto, deben ser escuchados al momento de tomar decisiones internas.
Se trata de un tema práctico, por lo que no hay espacio para el sentimiento. Podemos tener las mejores propuestas e ideas, pero si el mensajero no es el adecuado, volveremos a sacar únicamente los votos de los afiliados (y cuidado menos).
Tampoco podemos presentar al país cambios cosméticos. Afortunadamente, nuestro pueblo es cada vez más inteligente, maduro y educado y se daría cuenta de inmediato si ese fuera el caso. Por ello, así como no es aconsejable el que la actual dirigencia se resista al cambio, tampoco lo es el que pretendan imponer a sus “representantes” como nuevos líderes, dado que lo que se necesita son personas con independencia de criterio. La categoría de nuevo líder no la da el simple hecho de no haber participado en puestos directivos con anterioridad o el contar con una determinada edad, sino el tener una mentalidad y un método frescos e innovadores y sobre todo, una imagen limpia ante la sociedad.
Los recientes resultados electorales en muchas partes del mundo, inclusive en la potencia más poderosa, nos indican que en el siglo 21 los partidos políticos no sólo tienen que satisfacer a su sociedad con el contenido de las propuestas, sino que es de igual o mayor importancia el estilo, el método y la personalidad e imagen de quien las propone y ejecuta.
Todavía contamos con espacio suficiente para rectificar y aceptar el advenimiento de los nuevos tiempos. Sólo así podremos cumplir con nuestro deber histórico de constituirnos en una oposición política responsable, pero sobre todo, con credibilidad, la cual contribuya a mantener el adecuado balance que es vital para toda democracia.
QUE ESTÉN BIEN!!
El PRD sentó la bases de todo lo que hoy le acontece. Primero favoreció el clientelismo y como producto de eso llegaron a posiciones de "dirigencia" personas que no eran las más capacitadas, luego se olvidó de sus bases y de la consulta y abandonó cualquier ejercicio de planificación. Al culminar el ejercicio de gobierno, aunque con más aciertos que errores (desde mi punto de vista), la imagen no era la mejor, pero lo peor, nadie se preparó para tener candidatos viables participando en las elecciones del 09. Fuimos a la contienda con una fórmula que, la gran mayoría (por no ser absoluto y decir TODOS)de los PRD sabíamos que no tenía forma de ganar. Es decir, sin demeritar la efectividad comunicacional de la campaña de la oposición, les facilitamos enormemente el trabajo con nuestra escogencia de candidato.
Pasada la aplastante derrota no hemos sabido entender las causas de la misma y mucho menos enfrentar el proceso necesario para convertirnos en una alternativa para el 2014. Más allá de los méritos indiscutibles de cada dirigente, el país y el propio partido requieren de un nuevo PRD, con nuevas metas y sobre todo, un nuevo método. Las caras visibles de ese partido renovado deben ser personas sin mancha, con un alto nivel intelectual y moral, pero sobre todo, gente con credibilidad y aceptación por parte del pueblo al que deben servir. No se trata de desconocer el espacio que los dirigentes tradicionales se han ganado, sencillamente a ellos les toca ahora jugar otro papel.
De nada sirve el partido, ni a sus miembros ni a la sociedad, si la población, por las razones que sea, duda de la credibilidad de sus representantes. Me preocupa escuchar a miembros del PRD decir, ya sea de manera expresa o velada, que no hay gente nueva para liderar y que quienes ya “se ganaron su espacio” son prácticamente inamovibles. Inclusive si aceptáramos eso de los “espacios ganados”, el insinuar que para ser dirigente sólo importa lo que piensen los miembros del partido es desconocer totalmente el hecho de que el partido existe en función de la sociedad en la que vive y que los integrantes de esa sociedad, por lo tanto, deben ser escuchados al momento de tomar decisiones internas.
Se trata de un tema práctico, por lo que no hay espacio para el sentimiento. Podemos tener las mejores propuestas e ideas, pero si el mensajero no es el adecuado, volveremos a sacar únicamente los votos de los afiliados (y cuidado menos).
Tampoco podemos presentar al país cambios cosméticos. Afortunadamente, nuestro pueblo es cada vez más inteligente, maduro y educado y se daría cuenta de inmediato si ese fuera el caso. Por ello, así como no es aconsejable el que la actual dirigencia se resista al cambio, tampoco lo es el que pretendan imponer a sus “representantes” como nuevos líderes, dado que lo que se necesita son personas con independencia de criterio. La categoría de nuevo líder no la da el simple hecho de no haber participado en puestos directivos con anterioridad o el contar con una determinada edad, sino el tener una mentalidad y un método frescos e innovadores y sobre todo, una imagen limpia ante la sociedad.
Los recientes resultados electorales en muchas partes del mundo, inclusive en la potencia más poderosa, nos indican que en el siglo 21 los partidos políticos no sólo tienen que satisfacer a su sociedad con el contenido de las propuestas, sino que es de igual o mayor importancia el estilo, el método y la personalidad e imagen de quien las propone y ejecuta.
Todavía contamos con espacio suficiente para rectificar y aceptar el advenimiento de los nuevos tiempos. Sólo así podremos cumplir con nuestro deber histórico de constituirnos en una oposición política responsable, pero sobre todo, con credibilidad, la cual contribuya a mantener el adecuado balance que es vital para toda democracia.
QUE ESTÉN BIEN!!
martes, 22 de diciembre de 2009
LO QUE PUEDEN ESPERAR DE MI BLOG
Como ustedes saben, soy miembro del PRD. Sin embargo, siempre me ha parecido un contrasentido estar en política y dedicarse a criticar todo lo que hagan las personas que se desenvuelven en otros partidos o que no pertenece a mi alianza coyuntural. Ese enfoque sólo lo pueden tener quienes ven a la política como un mero vehículo hacia el poder y no como una medio para servir a los mejores intereses de la patria y yo no soy uno de esos. Por tanto, deseo ser tan objetivo como sea posible, reconociendo valor agregado y sabiduría cuando la haya, venga de quien venga.
Adicionalmente, mi partido pasa por un muy mal momento, pero no porque hayamos perdido aparatosamente las elecciones recién pasadas, sino porque no parecemos tener la menor idea de lo que debemos hacer para reponernos. La supuesta solución ha sido montarnos en una máquina del tiempo y regresar a 1994, por lo que podrán esperar mucha auto crítica hacia PRD.
Creo profundamente que el esqueleto que sostiene todo Estado de Derecho y toda democracia es la insitucionalidad, por lo que más que análisis de los detalles insignificantes de los acontecimientos o de las personalidades, cualidades o defectos de sus actores, aquí siempre encontrarán planteamientos cuyo objetivo es la protección de las instituciones, de las normas, de los procedimientos y de los sistemas preestablecidos en nuestra Constitución y en nuestras leyes. En otras palabras, cero "bochinche" (aunque hay que reconocer que a veces divierte!!) y cero personalización de los problemas.
Todo escrito debe ser verdadero, útil, relevante, positivo y conciso.
Si no cumplo, agradezco la merecida "pelonera" a través de sus comentarios (sin censura)
QUE ESTÉN BIEN!!
Adicionalmente, mi partido pasa por un muy mal momento, pero no porque hayamos perdido aparatosamente las elecciones recién pasadas, sino porque no parecemos tener la menor idea de lo que debemos hacer para reponernos. La supuesta solución ha sido montarnos en una máquina del tiempo y regresar a 1994, por lo que podrán esperar mucha auto crítica hacia PRD.
Creo profundamente que el esqueleto que sostiene todo Estado de Derecho y toda democracia es la insitucionalidad, por lo que más que análisis de los detalles insignificantes de los acontecimientos o de las personalidades, cualidades o defectos de sus actores, aquí siempre encontrarán planteamientos cuyo objetivo es la protección de las instituciones, de las normas, de los procedimientos y de los sistemas preestablecidos en nuestra Constitución y en nuestras leyes. En otras palabras, cero "bochinche" (aunque hay que reconocer que a veces divierte!!) y cero personalización de los problemas.
Todo escrito debe ser verdadero, útil, relevante, positivo y conciso.
Si no cumplo, agradezco la merecida "pelonera" a través de sus comentarios (sin censura)
QUE ESTÉN BIEN!!
LA RAZÓN DE SER DE MI BLOG
Ante todo quiero darles un saludo a todos ustedes, mis primeros lectores y amigos.
No importa qué opinión nos merezca la política o qué definición de la misma suscribamos, el hecho objetivo es que ella determina en gran medida lo que nos ocurre a cada uno de nosotros. Abstraernos de los temas que se relacionan con esta práctica o ciencia significa, en alguna medida, dejar en manos de otros una parte importante de lo que nos sucede. Para quienes consideran que "los políticos" no son personas honestas o capaces, el alejarse del tema es aun más inconveniente, pues estarían implícitamente aceptando que un mal capitán dirija el rumbo de la nave en la que se encuentran.
La pertenencia a un partido político o a un grupo de interés no es la única forma de participar. Estar enterados de lo que sucede, vigilantes de que se respeten las leyes y las normas vigentes en el país, así como opinar sobre las decisiones, actos y omisiones de funcionarios y de políticos en general, también son formas efectivas de participación.
Deseo que este espacio que hoy nos permite el avance tecnológico, sea un vehículo para expresar mis ideas sobre esos acontecimientos que están influidos ya sea de forma directa o indirecta por la política, pero que siempre afectan nuestras vidas cotidianas. Pero ningún valor tendrá esa expresión si no fomenta ese intercambio de criterios que conlleva los más grandes avances, si no logra la participación de ustedes.
Lo peor que le puede pasar a un ser humano no es la falta de ideas sino tenerlas y no expresarlas. Todos tenemos la capacidad de fomentar grandes transformaciones, pero ese proceso sólo es posible si nace en el pensamiento y se empieza a concretar a través de su difusión e intercambio.
Los invito a que me acompañen.
No importa qué opinión nos merezca la política o qué definición de la misma suscribamos, el hecho objetivo es que ella determina en gran medida lo que nos ocurre a cada uno de nosotros. Abstraernos de los temas que se relacionan con esta práctica o ciencia significa, en alguna medida, dejar en manos de otros una parte importante de lo que nos sucede. Para quienes consideran que "los políticos" no son personas honestas o capaces, el alejarse del tema es aun más inconveniente, pues estarían implícitamente aceptando que un mal capitán dirija el rumbo de la nave en la que se encuentran.
La pertenencia a un partido político o a un grupo de interés no es la única forma de participar. Estar enterados de lo que sucede, vigilantes de que se respeten las leyes y las normas vigentes en el país, así como opinar sobre las decisiones, actos y omisiones de funcionarios y de políticos en general, también son formas efectivas de participación.
Deseo que este espacio que hoy nos permite el avance tecnológico, sea un vehículo para expresar mis ideas sobre esos acontecimientos que están influidos ya sea de forma directa o indirecta por la política, pero que siempre afectan nuestras vidas cotidianas. Pero ningún valor tendrá esa expresión si no fomenta ese intercambio de criterios que conlleva los más grandes avances, si no logra la participación de ustedes.
Lo peor que le puede pasar a un ser humano no es la falta de ideas sino tenerlas y no expresarlas. Todos tenemos la capacidad de fomentar grandes transformaciones, pero ese proceso sólo es posible si nace en el pensamiento y se empieza a concretar a través de su difusión e intercambio.
Los invito a que me acompañen.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)