El Presidente Obama se encuentra en medio de una lucha sin cuartel, debido a que las mismas personas que consideraron que era prudente gastar trillones de dólares en armas y pertrechos de guerra, ahora quieren ahorrar cerrando escuelas, hospitales y departamentos de policía.
Esto se repite una y otra vez en la historia de la humanidad, gobernantes que encuentran las arcas del Estado llenas y que heredan situaciones económica favorables gastan sin control y cuando ya no gobiernan y llega la hora de pagar la fiesta, exigen prudencia y disciplina, incluso a costa de los servicios básicos de la población.
Cuando alguien cuestiona a estos lobos convertidos en ovejas sobre su responsabilidad por la deuda, suelen responder que las condiciones eran diferentes y que nadie hubiese podido prever la crisis. Nada más falso.
Todos los imperios conocidos han tenido épocas de esplendor y eventualmente otras de crisis. Muchos las superaron y aprendieron que si las cosas marchan bien es cuando más prudentes deben ser, pues hay que prepararse para el cambio de ciclo. Es fácil, materia de escuela primaria, todo lo que sube baja y hay que estar listos para lo inevitable.
Sin embargo, la ingenuidad de algunos y el optimismo irracional de otros, les lleva a pensar que las leyes universales del sentido común no se aplican para ellos. Llegan a sentir que son tan especiales que la bonanza les durará para siempre. Te suena familiar?
Estados Unidos es sólo un ejemplo actual y cercano, pero hay muchos otros. Todos tienen en común que en algún punto se pudo corregir el rumbo y evitar la catástrofe. Ojalá los que vayan en ese mal camino tomen el ejemplo de los que sí hicieron caso a los signos evidentes de peligro.
En materia económica es muy costoso divorciarse de la lógica, la razón y la prudencia. Lo malo es que los que cometen ese error usualmente no son quienes pagan las consecuencias.
QUE ESTÉS BIEN!!
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